POR Mariana Valladares | 5 de diciembre de 2025, 14:14 PM

Las afueras del Estadio Nacional se convirtieron en una pasarela improvisada. Entre cobijas, sillas de camping y filas que comenzaron más de 24 horas antes del concierto, los fanáticos de Bad Bunny llegaron listos para lucir outfits tan vibrantes como el propio artista: lentejuelas, flores y, sobre todo, el sombrero de paja que se ha vuelto casi obligatorio entre los seguidores del puertorriqueño.

El cantante —el más escuchado del mundo en Spotify— ya se encuentra en Costa Rica. Fuentes del Aeropuerto Juan Santamaría confirmaron a Teletica.com que arribó minutos antes de las 9 p.m. en un jet privado, acompañado de su padre y sus dos hermanos, y recibió trato diplomático en el salón VIP. De ahí partió bajo estrictas medidas de seguridad hacia un hotel en Escazú.

Mientras tanto, en La Sabana, el ambiente es de fiesta. Turistas de toda Centroamérica han llegado en los últimos días al país para el único concierto que Bad Bunny ofrecerá en la región este año.

​"No planeamos el outfit"

Entre quienes madrugaron para asegurar un buen campo están Hermes y María, una pareja de jóvenes de Hatillo-

Hermes luce el famoso sombrero de paja que ya muchos llaman “el de Bad Bunny”. Él, con una réplica similar, explica entre risas que no conocía mucho sobre su origen, pero reconoce que se volvió parte esencial del look para la ocasión.

“No sé, es que no es solo un concierto… ya todo el mundo lo conoce”.

La pareja asegura que no planearon sus atuendos:

“Ni lo planeamos”, dice María.

“Es que es mi cumpleaños”, cuenta ella, emocionada. Su novio le guardó el regalo por cuatro meses: entradas VIP para ver por primera vez al artista.


​La pava: del campo boricua a los conciertos del “Conejo Malo”

El sombrero que decenas de fanáticos lucen no es cualquier accesorio. Se trata de una versión moderna de la tradicional “pava”, un sombrero artesanal tejido con hojas de palma, utilizado históricamente por los agricultores jíbaros de Puerto Rico para protegerse del sol durante largas jornadas en el campo.

Según La Nación, su uso se remonta a los siglos XVIII y XIX, cuando familias provenientes de las Islas Canarias llevaron a distintas zonas del Caribe la tradición de tejer palma. En Puerto Rico, esta técnica evolucionó hasta convertirse en un símbolo de identidad cultural, política y social. De hecho, la pava llegó a representar al Partido Popular Democrático en 1938, como emblema del trabajador puertorriqueño.

Aunque a veces se confunde con el sombrero cubano de yarey, la pava boricua es más redonda, más sencilla y menos rígida. Se mantiene como un ícono nacional presente en festivales, escuelas, desfiles y museos.

Bad Bunny la ha adoptado como parte esencial de su estética y un gesto de tributo a su tierra: la ha usado en presentaciones, sesiones fotográficas, promociones de su último álbum y en la Met Gala 2025, donde fue ampliamente comentada.

Hoy, ese símbolo cultural cruzó fronteras y se multiplicó en las filas costarricenses, donde jóvenes como Hermes y María lo convierten en parte del ritual para ver a uno de los artistas más influyentes del planeta.

Este viernes y sábado, la música, la moda y la identidad boricua se mezclarán en el Estadio Nacional, donde miles de fanáticos ya están listos para corear cada canción —con flores, brillo y, por supuesto, la pava en alto.

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