POR | 9 de agosto de 2022, 16:02 PM

Dr. Alexander López/ Académico de la Universidad Nacional. 

Como en las Guerras del Peloponeso entre Atenas y Esparta descritas por Tucídides, el conflicto entre La República Popular China y la República de China (Taiwán) representa, en mucho, las disputas entre la potencia emergente (La República Popular China, la Atenas de entonces) y la potencia hegemónica (Estados Unidos, la Esparta de entonces). En efecto, una de las primeras estrategias de la República Popular China en su rol de potencia emergente es asegurar dos cosas: primero, que su espacio geográfico inmediato (el Pacífico, sobre todo el Mar Meridional) lo controla, y en segundo lugar, que como Estado mantiene una unidad territorial, de ahí la incorporación tanto de Hong Kong como de Macao, quedando solo la Isla de Formosa (Taiwán) pendiente.

¿Cómo se explica el conflicto históricamente?

De manera muy sinóptica todo inicia con el derrocamiento de los casi tres siglos de gobierno de la Dinastía Qing y el triunfo de las fuerzas republicanas en 1912. El nuevo gobierno chino era una amalgama de diferentes actores políticos entre los cuales se encontraban las fuerzas nacionalistas en ese momento bajo el liderazgo de Sun Yat-sen, que posteriormente sería reemplazado por Chiang Kai-shek, igualmente había un importante grupo de lo que hoy podríamos denominar izquierda, que fue tomando cierto poder en los espacios agrícolas y rurales, bajo el liderazgo de Mao Zedong. Las fricciones llegan a tal punto que, en 1927, estos dos grupos deciden separarse, enfrentarse entre sí, pero en 1937, nuevamente se unen coyunturalmente para hacer frente a la invasión japonesa, hasta que estos son expulsados de Manchuria. Posteriormente, las hostilidades se reanudan, pero ya con unas fuerzas de izquierda-comunistas fortalecidas en el contexto de postguerra, y es así como en 1949, Mao proclama la República Popular China, y el general Chiang Kai-shek se ve obligado a refugiarse en la Isla de Formosa, marcando este punto, el inicio del conflicto entre la República Popular China y la República de China (Taiwán).

¿Cuáles son las dos dimensiones geopolíticas y geoeconómicas del conflicto? 

Del lado geopolítico se debe entender que a pesar de que la República Popular China tiene una enorme costa, le es vital controlar ese espacio marítimo, toda vez que Estados Unidos siempre ha desafiado a China en ese intento. Así, por ejemplo, una vez que las fuerzas de Chiang Kai-shek se refugian en la Isla de Formosa, el presidente Truman le ordena a la sétima flota naval de los Estados Unidos proteger a los nacionalistas.  Ya el general MacArthur había descrito Taiwán como un enorme portaviones que se interpone en las ambiciones chinas de controlar el pacífico. En términos geopolíticos, Taiwán, sumado a las Filipinas y Japón (todos aliados de los Estados Unidos) forman una especie de escudo o barrera en el pacífico, que nuevamente desafía a la potencia emergente.

En términos geoeconómicos, Taiwán es el principal hub mundial en la producción de semiconductores, concentrando más del 50% de la producción mundial, y es conocido que de estos semiconductores depende la fabricación de prácticamente cualquier apartado electrónico que usemos. Además, hoy día, en términos económicos hay una interdependencia asimétrica entre La República Popular China y Taiwán, en la medida que los dos comercian intensamente, siendo así que, por ejemplo, el mayor socio comercial de Taiwán es China, además hay importantes inversiones de Taiwán en China y más de un millón de taiwanés trabajan en China continental. Todo ello genera lo aquí denominado interdependencia asimétrica en la medida que Taiwán depende más de la República Popular China, que viceversa.

¿Cuál es el futuro de este conflicto?

Pareciera que los escenarios de una completa independencia de Taiwán, o de una guerra de invasión por parte de China a Taiwán, son poco probables. En lugar de una campaña militar, China primero usará su poderío económico para seguir influenciando lo que se hace en Taiwán, de tal manera que la incorporación de ese territorio a la República Popular China por la vía económica parece ser la vía preferida por Pekín, además de ser una forma frente a lo cual la comunidad internacional tiene poco que hacer. La visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, promoviendo las inversiones de Taiwán en los Estados Unidos y una relocalización de parte de la producción de semiconductores en Estados Unidos, obedece en gran medida a generar un espacio alternativo para Taiwán, y que no siga cada día más generando esa interdependencia económica con China.

Igualmente, es importante mencionar que hay una variable cultural asociada al confucianismo, según la cual la guerra debe ser el último recurso y solo debe usarse por una causa justa, debe recordarse que desde la dinastía Han, las ideas y valores del confucianismo han guiado en mucho los patrones de comportamiento social, así, por ejemplo, los líderes de China han declarado abiertamente sus preferencias por un orden mundial estable.

En conclusión, el escenario más probable es que, tal como fue descrito por Tucídides, de vez en cuando tengamos una aceleración de las disputas por el estatus de Taiwán, propio de las dinámicas de la potencia emergente y la hegemónica, por ello, el conflicto continuará con ciertos periodos de mayor intensidad, sin llegar a la opción militar o a la independencia de Taiwán.

Las opiniones expresadas por nuestros colaboradores corresponden únicamente a sus opiniones y no reflejan las de Teletica.com, su empresa matriz o afiliadas.

Lea también

De la A a la Z

Estonia: el primer país “online” del mundo

Prueba de ello, es que en los últimos comicios al Parlamento Europeo, en mayo de 2019, el 46,7% de los votos fueron emitidos vía internet.