POR AFP Agencia | 20 de mayo de 2022, 12:31 PM
A seis meses del Mundial en Catar (21 noviembre-18 diciembre), los ocho estadios están listos, pero persisten las dudas sobre los Derechos Humanos en el emirato, una de las cuestiones que ha centrado el interés desde la atribución del torneo a este pequeño emirato en 2010.

Para los críticos, los progresos efectuados en la última década son limitados y es preciso realizar antes de la competición una mayor presión sobre el país y sobre la FIFA, la organización dirigente del fútbol mundial.

La ONG Amnistía Internacional solicitó el jueves a la FIFA que destine una compensación de al menos 440 millones de dólares a los trabajadores migrantes "maltratados" en las obras relacionadas con el Mundial 2022.

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FIFA dijo que está "evaluando el programa propuesto por Amnistía" y señaló que los trabajos "implica una amplia gama de infraestructura pública".

En Europa, asociaciones de hinchas y federaciones nacionales, lideradas por Noruega, han trasladado su preocupación sobre la seguridad de las personas LGTBQ en un país en la que la homosexualidad está penalizada. 

En un estudio para el International Journal of Sport Policy and Politics en 2016, Paul Michael Brannagan y Joel Rockwood identificaban varios puntos problemáticos para los hinchas: las acusaciones de corrupción en torneo a la concesión de la sede del evento, el clima (antes de que el Mundial fuera traslado a una época del año con temperaturas menos elevadas) y también los derechos de mujeres, homosexuales y trabajadores migrantes.

Seis años después, el país parece no haber respondido plenamente a los avances solicitados, pese a los esfuerzos y avances realizados.