Por Teletica.com Redacción |17 de marzo de 2019, 13:37 PM

Un final feo para un buen partido de fútbol. Tras el triunfo de Saprissa 2-1 ante Herediano, jugadores de ambos equipos se enfrascaron en empujones, ademanes de pleitos que generó un bochornoso cierre.

Todo inició cuando Aldo Magaña y Alejandro Cabral se empujaron y encararon al punto que los efectivos de seguridad tuvieron que salir corriendo a separarlos.

Dos de los jugadores más calientes fueron el delantero José Guillermo Ortiz del Team y el guardameta suplente de los morados, Alejandro Gómez, al punto que el intercambio terminó en los camerinos.

Otro fue Keyner Brown a quien personeros del Herediano tuvieron que llevarlo al camerino para que se calmara por completo.

Los ánimos se caldearon tanto que la Ultra morada intentó ingresar a la gramilla y estuvo cerca de botar un portón de emergencia ubicado en gradería sur.

Los ánimos se calmaron un poco cuando se tomó la decisión de encender los aspersores de la cancha, así como apagar las luces del reducto tibaseño.

Un ridículo que se debería erradicar de raíz, por desgracia este tipo de bochornos siguen siendo uno de los principales males que arrastra el fútbol nacional.

Lo peor, es que los protagonistas del juego se escuden en la absurda excusa de decir que fue "por el calor del juego". La violencia es injustificable.