6 de abril de 2014, 3:52 AM

Un relajado Johnny Araya (Partido Liberación Nacional) salió de su casa de habitación alrededor de las 8:30 a.m. para cumplir con una ajetreada agenda, que mayoritariamente incluye visitas a distintos centros educativos.

A diferencia de su rival, Luis Guillermo Solís (Partido Acción Ciudadana), Araya no protagonizó un desayuno público con su familia y equipo de trabajo, por el contrario, permaneció sereno, revisando periódicos y analizando distintos reportes.

"He querido hacer una oración, pedirle mucho a Dios para que el pueblo tenga sabiduría y tome la mejor decisión. Dirigentes me han reportado de distintos lugares del país, que gente de nuestro partido se han hecho presentes a pesar de la  falta de recursos", comentó el representante verdiblanco.

Tras retirarse de la campaña electoral semanas atrás, Araya se ha mantenido con perfil bajo, pero no esconde su ilusión por una difícil pero posible victoria.

"Votar es un compromiso y deber. Claro que tenemos la esperanza de que los costarricenses van a apostar por ese llamado de unidad nacional que hemos hecho, y entenderán que esa es la propuesta que más le conviene al país", sentenció.

En caso de que se presente el otro escenario, una victoria del PAC, Araya agregó: "Influiré con mi liderazgo para que Liberación Nacional no haga lo que otros, ver como hacer fracasar al Gobierno, debe ponerse por encima el interés nacional".