4 de diciembre de 2020, 7:51 AM

Rogelio Benavides/ Editor/ [email protected]

Cumpleañeros

El primer saludo de esta fecha es para el abogado Marco Chacón Fernández, residente en Ciudad de México, quien cumple años este 4 de diciembre. También saludo a la periodista y presentadora de televisión Rosse Mary García (cumple el 5 de diciembre), a la modelo de proyección internacional Jeannette Chaves (5), a la doctora Macha Ortiz (5), al abogado Farid Ayales (6), al periodista Marcelo Castro (7), a la sicóloga Tannya Patiño (7), al productor Manuel Granda (7), al Jefe de Protocolo de la Municipalidad de San José Jorge Arturo Villalobos Loaiza (8), a la periodista María Prada Picado (9), al fotógrafo Cristian Jiménez (9), a la modelo Cindry León (10) y la señora Marisol Soto (12). Felicidades a todos.

Tanti auguri Bruno

El 1º de diciembre, día de San Eloy, cumplió año Bruno Pezzuolo empresario gastronómico, propietario de los dos mejores restaurantes italianos de San José: L’Olivo (Sabana Norte) y de L’Incontro (Escazú Village). Es un hombre, serio, amable y generoso. De acuerdo con Melvin Molina, crítico gastronómico de El Sartén Caliente, “Pezzuolo es un enamorado sin remedio de la tradición italiana; él se aferra a los sabores autóctonos, en lugar de buscar la complejidad de las fusiones o recetas con innumerables ingredientes. En la filosofía de Pezzuolo las personas no solo deben encontrar un lugar para comer, sino que cada visita debe ser una experiencia completa donde los comensales la pasen bien en un buen ambiente”. A Bruno lo conocí hace unos años cuando recién había abandonado su primer proyecto en Jacó; era un lobo de mar, un diestro pescador, pero se vino a San José para convertirse en un pirata sin corbata, zar de la comida italiana. Celebro y valoro su amistad de todos estos años. Tanti auguri di buon compleano.

Se viene con Buena Onda

El productor ecuatoriano Jimmy Tosso puede presumir del éxito de programas como A Todo Dar, fenómeno rotundo de audiencia, como ha habido pocos en la televisión de Costa Rica. Tosso se alista para regresar con todo. Se tiró al agua solo, porque sabe nadar. A mediados de año, Repretel presentó un par de especiales sobre A Todo Dar; fue Tosso quien estuvo detrás: hizo el recuento, recopiló y editó el material y convocó a algunas figuras de aquella época; tras dos entregas, recogió valiosos puntos de ranting. En Repretel quedaron satisfechos con los resultados, pero cuando les propuso retomar A Todo Dar, la respuesta fue negativa. Se quedó Tosso dudoso, pero animoso. Le dio vueltas y vueltas al tema; el nombre no lo podía utilizar porque es propiedad de esa empresa, sin embargo, él tiene en su disco duro la receta para preparar el sancocho. Y así fue. Se echó al agua y, aunque no ha dicho por dónde sorprenderá, trabaja en los detalles del regreso bajo el nombre Con Buena Onda. Ya hizo pruebas virtuales para las niñas del baile, ya eligió a los conductores y este sábado hará una selección más de bailarinas en el gimnasio Las Américas. Tosso sabe de este tipo de espectáculos, conoce el gusto del público meta y se prepara para ofrecer —como antes— un producto muy similar a las redes sociales, tiranas contemporáneas de la comunicación masiva. La televisión ha cambiado y se transforma todos los días; él lo sabe. Conoce también le necesidad de muchas marcas para promover sus productos y hacer concursos, rifas, competencias y dinámicas similares. Tosso vive y convive en una sociedad dominada por los aparatos celulares y las redes antisociales, donde la dinámica es muy semejante a su materia preferida. Este señor es buen vendedor y sabe leer bien al público. Falta muy poco para Qué Buena Onda, la suerte está echada y Tosso quiere rabos y orejas.

Mesa de recuerdos

Mis colegas Roberto García, María Isabel Solís y Rosemary Monge me sorprendieron con una visita al restaurante Estación Atocha Don Bosco para celebrar el cumpleaños de Lucía Cortés Cantillo, porque yo la había invitado a una sangría, pero siempre le quedé debiendo, excusa ideal para que pronto regrese a brindar. Por ahí también pasó a saludar Yuri Lorena Jiménez Gómez. No faltaron las anécdotas de aquellos tiempos en la sala de redactores de La Nación, risas y buenos recuerdos, los malos no los sacamos. Qué bonito es recordar, pero con un grupo así uno puede rajar, más que presumir. Ojalá que nos reunamos muchas veces más.

Yuri Lorena Jiménez Gómez, María Isabel Solís, Roberto García, Rosemary Monge, Rogelio Benavides y Lucía Cortés.

“Todo lo que es” 

Recientemente hablé del uso y el abuso de la palabra afectación por parte de periodistas. Nadie leyó el comentario y más bien la usan más. Precisamente me encontré estos días con un artículo escrito por doña Xinia Paniagua, muy interesante y bueno; dice así: A muchos ticos, de unos años para acá, les dio por usar esa muletilla polísima de “todo lo que es”. No es una cosa de educación o posición social, es a todo nivel. A continuación, algunos ejemplos. En la farmacia: Cliente: “un relajante muscular”. Dependiente: “Tengo todo lo que es Tory, lo que es Conrelax, lo que es Arcoxia…” En el restaurante: Cliente: “¿El ceviche está fresco? Salonero: “Le aconsejo que lo pida de lo que es corvina, lo que es tilapia es más durilla”. Entrevista a un médico en televisión: Periodista: “¿Doctor cada cuánto deberíamos hacernos un chequeo general?” Médico: “Hay enfermedades silenciosas, todo lo que es hipertensión, lo que es diabetes, lo que es cardiopatías...” Suena mi celular: ¿Aló buenas tardes, hablo con lo que sería Xinia Paniagua?” Yo: Muda”.

El sopón de Allan 

Ofrezco disculpas por las reiteradas menciones del restaurante Estación Atocha Don Bosco, pero con esto de la pandemia y las limitaciones propias, cuesta más visitar lugares, como sería ideal. Seguimos. El connotado odontólogo y comentarista deportivo Allan Conejo, contertulio de Pasión Deportiva, de Teletica Radio, es cliente muy frecuente de este restaurante. Casi siempre llega solo, ingiere algunos destilados y pide mariscos, preferiblemente sopa elaborada con esmero por María Latino, cocinera principal, de muy buen ver y de un cuerpo tonificado, gracias a su condición de atleta. El lunes de esta semana fui testigo de la cantidad y la calidad de sopa que le sirvieron y, como debe ser, Conejo se la tomó toda, a pesar de las advertencias sobre las propiedades afrodisíacas del potaje. Este odontólogo presume de su virilidad, de ser un macho alfa lomo plateado, y de su condición de galán; en verdad disfruta mucho de la belleza femenina y es un conquistador a tiempo completo, algo así como un Don Juan en tiempos del Covid. En un descanso de la mariscada se comunicó con su buen amigo el doctor Rodrigo Marín, experto en vectores y renombrado epidemiólogo, quien también lo llamó al orden por la ingesta desmedida del viagra natural, pero este Conejo ni siquiera paró las orejas, hizo caso omiso de las advertencias, pues él disfruta como pocos su condición de galán de galanes, a pesar del choteo practicado en forma regular por el árbitro Ramón Luis Méndez, quien también presume de macho alfa; el pulso apenas comienza. Seguiremos informando.

El buen corazón de George 

El atleta nacional George Angulo, zar de los gimnasios en el país, es un hombre de gran corazón. Lo hemos visto promoviendo dinámicas masivas para el acondicionamiento físico de las personas con obesidad y ayudando en situaciones de emergencia a compatriotas en pobreza extrema. Este año tampoco ha sido bueno para sus negocios, producto del cierre gimnasios decretado por las autoridades sanitarias; a él lo golpeó la situación, pero salió adelante como los grandes. Ahora, sabiendo del sufrimiento de muchos, decidió hacer una gran rifa navideña cuyos fondos serán destinados a ayudar a ancianos y niños. Los regalos son los siguientes: Primer Premio 12 meses de servicios VIP en cualquiera de sus establecimientos; segundo, 6 meses VIP y tercero, tres meses VIP. Cada número tiene un costo de ₡5.000 y se pueden adquirir en la cadena de gimnasios George Angulo Fitness. Felicitamos a George por esta buena iniciativa. Ojalá su corazón se mantenga siempre bondadoso en pro del mejoramiento de otros costarricenses. Necesitamos más gente con el corazón generoso como el de este personaje, zar de los gimnasios en el país.

Eso es todo, los quiere Tía Zelmira, la que todo lo mira.