Roger Federer sobre si es capaz de ganar Roland Garros: 'No estoy seguro'
El suizo realiza su gran regreso a la tierra batida de París, que no pisa desde la edición de 2015
El tenista suizo Roger Federer, número 3 mundial y campeón del torneo en 2009, afirmó este viernes que no sabe si su nivel actual le puede permitir ganar Roland Garros, que comienza el domingo.
Federer realiza su gran regreso a la tierra batida de París, que no pisa desde la edición de 2015.
Después de saltarse la gira sobre polvo de ladrillo en 2017 y 2018, Federer volvió a esa superficie este mismo mes en el torneo de Madrid, por lo que sus posibilidades en la capital francesa son una gran incógnita.
"No lo sé", admitió Federer este viernes cuando en una conferencia de prensa en París le preguntaron sobre si ve capaz de ganar este Roland Garros.
"Es algo incierto. Siento que estoy jugando un buen tenis, ¿pero será suficiente contra los mejores cuando lleguen las cosas serias? No estoy seguro", afirmó.
Federer prefiere por lo tanto ir despacio, ganando confianza partido a partido, y considera "un desafío" poder llegar a la rondas finales del torneo.
En Madrid, Federer cayó en cuartos de final ante el austríaco Dominic Thiem y en Roma abandonó antes de jugar en cuartos ante el griego Stefanos Tsitsipas.
El jugador de Basilea explicó que esa decisión de no arriesgar en la capital italiana fue para no poner en riesgo su presencia en Roland Garros, que había convertido en su prioridad absoluta.
"Quería estar seguro al 100% de poder jugar en Roland Garros. Tuve esa duda y puede que de haber jugado (contra Tsitsipas en Roma) no hubiera podido estar aquí", explicó sobre sus molestias en la pierna derecha, que le hicieron ser cauto.
Federer señaló que había visto muchos cambios desde su última participación en 2015, empezando por la gran renovación de la pista central, una de las principales novedades respecto a la última edición.
"Muchas cosas han cambiado. La pista central es diferente. Hay muchas mejores, hubo inversiones y se nota. Es algo bueno. Pero sin dejar de ser el viejo Roland Garros, con sus peculiaridades. Es muy agradable encontrarme con amigos aquí. Estoy feliz por estar de vuelta", sonrió.