Por AFP Agencia |21 de febrero de 2021, 14:46 PM

Descalificado en el último US Open, y después aplastado en la final de Roland Garros, Novak Djokovic se reencontró con la gloria en su torneo preferido, el Abierto de Australia, para apuntarse un 'Grande' en esa carrera a tres que mantiene con Roger Federer y Rafa Nadal.

"Tenía una necesidad enorme de esta victoria, después de la decepción del US Open y su muy mala final en Roland Garros, eso no fue fácil", resumió su entrenador Goran Ivanisevic.

"Lo necesitaba a nivel mental, si quiere alcanzar a Roger y a Rafa, si quiere batir el récord (de títulos de Grand Slam)", insistió el antiguo jugador croata. "Se hace mayor, y sinceramente, Rafa todavía va a ganar uno o dos Roland-Garros. Así que hay que seguir ganando".

Roger Federer y Rafael Nadal tienen cada uno 20 títulos de Grand Slam, mientras que Djoko les pisa los talones con 18.

Desde el regreso del confinamiento en 2020 las grandes ocasiones no sonreían al N.1 del mundo, que se había mostrado intratable hasta la suspensión del circuito a comienzos de marzo debido a la pandemia de coronavirus.

Es cierto que seguía sumando a su palmarés títulos en Masters 100 (Cincinnati y Roma), pero los más prestigiosos se le escapaban.

En el US Open, que parecía tenderle los brazos en ausencia de sus dos rivales históricos, Djokovic, de 33 años, sufrió una descalificación en octavos de final, después de haber golpeado involuntariamente a una juez de línea con una pelota.

'Victoria más dulce'

En Roland Garros, un mes más tarde, el serbio había impresionado hasta la final, pero allí se estrelló con el 'rey' de la tierra parisina. Rafa le endosó un 6-0, 6-2, 7-5.

En Melbourne, en su Grand Slam favorito, quería volver a poner el reloj en hora. Costase lo que costase. Incluso si había que lidiar con una lesión abdominal -"un desgarro muscular"- producida en tercera ronda.

"Desde el instante en que posamos pie en Australia él estaba muy motivado", cuenta Ivanisevic.

"La victoria es aún más dulce después de las emociones y el sufrimiento que atravesó", estimó su entrenador.

Con un noveno título en otras tantas finales disputadas en Melbourne, Djokovic es historia del Grand Slam australiano. Aún está lejos de los 13 títulos de Nadal en Roland Garros, pero ya superó lo ocho de Federer sobre la hierba de Wimbledon.

"Quiero dar las gracias al Rod Laver Arena, la historia de amor continúa", lanzó 'Nole'.

"Él demostró una nueva vez al mundo hasta qué punto es grande. Es su torneo, como Roland Garros es el de Nadal", comparó Ivanisevic.

Sólidamente instalado en el trono mundial, Djokovic está a punto de firmar el récord de más semanas pasadas al frente de la clasificación ATP, que estaba en manos de Federer (310). El próximo 8 de marzo el serbio iniciará su 331ª.

- "Fuerte mentalmente" -

Un "alivio" para el serbio, que en adelante "concentrará toda su atención en los Grand Slam", y en "ajustar el calendario" en consecuencia. Aunque no se siente "mayor ni cansado", apuntó.

Pero no todo en torno a Djokovic está a la altura de su excelso juego. Fuera de las pistas su personalidad no cesa de suscitar polémica.

En Melbourne, eso se hizo latente antes incluso del inicio del torneo, con sus veleidades para suavizar las condiciones de la cuarentena de los jugadores, cuando él pasó dos semanas en un confortable alojamiento en Adelaida.

Prosiguió con su actitud y su comunicación en torno a su lesión abdominal, ronda tras ronda.

"Demostró una vez más lo fuerte que es mentalmente", le defiende Ivanisevic.

"Por supuesto que eso me hace daño, soy un ser humano. No puedo decir que no me importa", confesaba Djokovic. "Pero creo que he desarrollado una piel espesa para amortiguar este tipo de cosas en concentrarme en lo más importante para mí".