Perito confirma que perro encontró rastros de sangre en casa de sospechoso de masacre en Liberia
Más temprano el ingreso del imputado a la sala de juicios conmocionó a algunos allegados de los cinco estudiantes asesinados el año pasado.
En la casa del principal sospechoso del crimen de cinco estudiantes en Liberia fueron hallados rastro de sangre, según confirmó la perito del Poder Judicial Tatiana López.
Así lo indicó durante su exposición durante el primer día del juicio contra el hombre de apellidos Ríos Mairena de 33 años, a quien se le acusa de la muerte de dos hombres y tres mujeres el 19 de enero del 2017 en un barrio de Liberia.
El hombre había sido reconocido por una joven de 14 años que sobrevivió a la masacre.
Los cinco jóvenes -cuatro estudiantes de la Universidad de Costa Rica y uno de la UTN - fueron degollados y maniatados y sus cuerpos fueron hallados pasados las 6 a.m. de ese día. Tres de las víctimas eran vecinos de Upala.
López explicó que el hallazgo en dos cuartos y el baño de la casa del sospechoso fue posible gracias al trabajo de Aquiles, perro especializado del Poder Judicial, y agentes de dicha institución.
Gracias a este trabajo también se confirmó el hallazgo de huella de sangre correspondiente a una mano del sospechoso en el apartamento donde vivían las víctimas.
Más temprano, el ingreso a la sala de juicios del sospechoso generó reacciones de consternación entre algunos familiares.
El imputado enfrentará a la justicia por cinco homicidios calificados y otros delitos.
Una de las allegadas se desmayó y fue sacada por un familiar, mientras el sospechoso permanecía impávido al lado de su abogado defensor.
De acuerdo con la acusación del Ministerio Público, el hombre atacó a los muchachos en su apartamento, que alquilaban en el centro de Liberia. La masacre ocurrió a inicios del año pasado.
Los primeros atacados fueron Joseph y la menor, quienes estaban durmiendo.
El hombre se llevo donde estaban otros de los muchachos; le pidió a Ariel que los amarrara y luego lo amarró a él, no sin antes propinarles heridas en las piernas.
Posteriormente se fue al cuarto de Dayana y le prometió que no les haría nada pero la amenazó, forzó la puerta, la sacó y la amarró.
El primero al que mató fue a Joseph al herirlo en la cara y cuello. Luego, mató a Ariel al lesionarlo en la cara, tórax y tráquea.
Dayana fue la tercera y presentó lesiones en la cara; en cuarto lugar asesinó a Stephanie al herirla en la cara y el cuello.
La quinta en ser asesinada fue Íngrid, a quien antes de degollar, le quitó la ropa y la abusó sexualmente.
A la menor de edad -que sobrevivió- el sujeto le propinó heridas en la cervical y la tráquea.