Por Luis Jiménez |9 de octubre de 2020, 10:05 AM

El obispo de Tilarán-Liberia, monseñor Manuel Eugenio Salazar, le pidió a los manifestantes y autoridades una tregua para terminar con los bloqueos y las agresiones en las calles.

“De rodillas les imploro una tregua para terminar las protestas, hasta en las guerras hacen treguas para cuidar a sus heridos”, dijo Salazar.

Este viernes, el obispo participó de una conferencia junto al alcalde de Cañas, Luis Fernando Mendoza, para rechazar la violencia que se vivió el jueves en el cantón guanacasteco entre policías y ciudadanos.

“Cañas está dentro de mi cuidado pastoral, son ovejas de mi rebaño y un pastor no puede abandonar sus ovejas, por eso estoy aquí en calidad de persona, como obispo. Las ovejas de mi rebaño son la gente agredida como los policías, por ellos tengo que velar y llevar a la salvación”, comentó monseñor.  

Además, dijo que confía en la palabra del alcalde de Cañas porque le ha enseñado pruebas de lo ocurrido, así como testimonios de personas afectadas. Considera que hubo un abuso de autoridad, por lo que rechaza y repudia la violencia sin importar de dónde venga.

Para el obispo, los pobres son siempre los que pagan los platos rotos y, de alguna manera, siempre salen “jodidos”.

“Entiendo la indignación del pueblo, pero ¿por qué los gobernantes hasta cuando hay una huelga reaccionan? Los gobernantes deben anticiparse a los conflictos y problemas. De mi parte, son rechazables las huelgas, pero también la inoperancia de las autoridades”, comentó.

Cree que el pueblo ha aprendido que si no se hace un cierre de carreteras el Gobierno no los atiende. Aseguró que el narcotráfico está infiltrado y muchas personas consumen o venden drogas por miseria y por pobreza.

“Algunos políticos y ciudadanos son corruptos y ladrones, pero hay que protestar sobre el marco legal e invito a los líderes a buscar una solución pacífica ante este movimiento”, finalizó.

El alcalde de Cañas confirmó que en las próximas horas presentará una denuncia ante el Ministerio Público y se dirigirá a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos tras los hechos presentados.