Por Álvaro Sánchez |5 de abril de 2022, 6:39 AM

Son varios los negocios que, a través de los años, una organización criminal creó para desviar recursos producto del narcotráfico, según el expediente del caso “Fénix”.

La organización liderada por una pareja que actualmente está en fuga, invirtió en bares, restaurantes, verdulerías, ganadería, caballos finos, una hacienda y un negocio de venta de llantas y aros; todos operaban en Pérez Zeledón.

En el expediente se indica lo siguiente sobre los negocios investigados por la fiscalía.

"De esta manera, dentro del espacio temporal indicado, el modelo operativo criminal adoptado entre los diferentes miembros de este sub grupo criminal liderado por el sujeto fue la distribución de funciones con el fin de construir y utilizar los locales comerciales identificados hasta el momento como verdulería Lourdes, verdulería Hermanos Segura, centro ecuestre Fénix, verdulería y restaurante Gasoy, inversiones Ghaida Halabi S.A., restaurante Kataris-Vikingos, barbería de nombre City Barbers Shop, las cuales les ha permitido a la fecha insertar y mezclar fondos ilícitos al comercio, convirtiendo así dinero de procedencia ilícita y dándole apariencia lícita a través de esos negocios".

Según el expediente del caso, para esto el grupo criminal obtuvo ayuda de abogados, contadores y un funcionario de un banco privado y otro de una entidad bancaria pública.

Pero la cantidad de dinero que este grupo logró amasar a través de los años fue tal que en las intervenciones telefónicas los miembros del grupo hablaron sobre la posibilidad de enviar dinero a un paraíso fiscal.

Dice el expediente del caso Fénix:

"Adquiriendo, insertando, convirtiendo y mezclando fondos ilícitos al comercio, dándoles así apariencia lícita, el grupo criminal ha trazado durante el tiempo la suma aproximada de 636 millones 896 mil colones y 821.804 dólares. Desde el día 8 de febrero del 2007 y hasta la actualidad, el hombre, con la finalidad de dar apariencia de licitud a los dineros ilícitamente percibidos, asumió el rol de presidente de la empresa Transportes Sánchez Picado del Sur".

El grupo además invirtió en obras de construcción en Escazú y en Esterillos, en el Pacífico Central.

Es tal la cantidad de dinero que amasó este grupo criminal que en las intervenciones telefónicas contenidas en el expediente se habló de enviar dinero a un paraíso fiscal.

Añade el expediente:

"Del informe de referencia se podría representar que el hombre, los hermanos, se han servido para mantener cuentas bancarias en paraísos fiscales como en Islas Caimán, donde pueden ingresar 15 mil dólares diarios, los cuales pueden ser exonerados de impuestos y ser ocultados de las autoridades, asegurando de esta manera su patrimonio".

Según fuentes ligadas al caso, los negocios creados en los últimos años por el grupo criminal tienen un impacto importante en la economía del sujeto, pues generaron alrededor de 200 empleos directos e indirectos.

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