Por Álvaro Sánchez |29 de mayo de 2017, 14:13 PM

La fiscalía de crimen organizado valoró que no hay prueba suficiente para acusar de tráfico local de drogas a Gilbert Bell, alias Macho Coca.

Bell fue detenido en octubre del 2015 tras nueve allanamientos en varias partes del país.

Su casa en Moín en Limón fue allanada y él trasladado bajo fuertes medidas de seguridad en el vehículo del Servicio Especial de Respuesta Táctica del OIJ.

Pero a pesar del trabajo de meses de la sección de estupefacientes del OIJ, tras la audiencia preliminar realizada este lunes la fiscalía adjunta contra la delincuencia organizada decidió no acusar a Bell pues la prueba no era suficiente.

Según las declaraciones de las autoridades judiciales a Bell se le detuvo por ser sospechoso de comprar el silencio de cuatro oficiales de Tránsito para poder trasegar cocaína y marihuana por la ruta 32 (de Limón hacia San José).

La fiscalía le atribuía a Bell el delito de tráfico de drogas y de cohecho propio en la modalidad de penalidad de corruptor.

Pero al final la fiscalía solo acusó a dos hermanos de apellido Valerio, quienes al parecer son líderes de una banda que distribuía la droga en San José.

A ellos se les atribuye el delito de tráfico de drogas y legitimación de capitales.

A estos sujetos la policía les decomisó ¢35 millones, $9.000, 2.300 euros, un arma de fuego calibre 9 milímetros y cinco carros.

Bell, empresario pesquero, fue relacionado con la construcción de un muelle ilegal en Portete de Limón, que fue utilizado por narcotraficantes, según la Policía de Control de Drogas (PCD).

Una orden de allanamiento a la que tuvo acceso Telenoticias señala que a Bell se le vincula con un cargamento de 700 libras de marihuana comprimida que fue abandonada el 18 de noviembre del 2014 en Portete y que fue decomisada por la PCD.