"No salgan", fueron las dos palabras que Bernardo Sánchez Pérez, de 57 años, dijo antes de caer abatido por las balas, la noche de este martes en Tibás.

Este hombre se desempeñaba como cuidacarros en una iglesia de este cantón josefino, cuando anoche alertó a los feligreses para que no salieran porque había un tiroteo.

Las balas lo alcanzaron a la altura del tórax. Michael Soto, subdirector del OIJ, explicó que este hombre era una víctima inocente.

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Al parecer, las balas estaban dirigidas a dos hombres que estaban en el lugar y que habrían salido del sitio en un carro. Los sujetos que mataron al cuidacarros viajaban en un vehículo 4x4 que también se dio a la fuga.

En el sitio, los agentes del OIJ hallaron siete casquillos. Ahora están investigando para dar con los sospechosos de matar a un hombre que salvó a otras personas de verse afectadas por una balacera.