Por Álvaro Sánchez |27 de junio de 2016, 14:00 PM

La compra de oro en San José y los préstamos de dinero en la zona sur son dos de los métodos que utiliza el crimen organizado para el lavado de dinero.

En una operación llamada Acero, el Ministerio Público de Guatemala desarticuló hace unas semanas una organización dedicada al lavado de dinero por medio de la compra de oro el cual era trasladado como lingotes de oro hacia Estados Unidos.

Esta organización habría legitimado de esa manera casi 7 millones de dólares entre julio del 2013 y el 2016.

Pero esta tipología ha sido detectada también en Costa Rica, donde algunas personas por medio de la compro de oro y el pago en efectivo logran legitimar el dinero por medio de un negocio lícito, pero que a todas luces genera ganancias sospechosas.

Además, de la compra de oro los miembros de estos grupo se están dedicando a ofrecer  préstamos de dinero, cuyas cuotas son pagadas por medio de transferencias bancarias, lo cual permite legitimar ese dinero.

A gran escala, según informe de la Unidad de Inteligencia Financiera, sigue siendo uno de los métodos preferidos del crimen organizado la estructura de figuras jurídicas que permite al verdadero dueño de los fondos ilícitos mantenerse en el anonimato.

Este método funciona de la siguiente manera:

El dueño del dinero o un testaferro invierte un millón de dólares, por poner una cifra, y con ayuda de una cantidad ilimitada de personas crea diferentes sociedades anónimas que a su vez se convierten en múltiples cuentas bancarias, quienes hacen depósitos menores a los 10.000 dólares.

En este caso la figura del testaferro es vital por la confianza que debe generar el utilizar a terceros para abrir cuentas bancarias y simular un negocio.

Según datos de la Unidad de Inteligencia Financiera, entre enero y mayo del  2016 se han generado por medio de los bancos y entidades financieras un total de 137 reportes de operación sospechosa.

Esto no quiere decir que se trata todos de casos de lavado de dinero. Tan solo 20 de esos fueron tramitados al Ministerio Público para su investigación.

Asimismo, los datos arrojan la nacionalidad de los sujetos reportados por los bancos.

160 corresponden a costarricenses, 6 colombianos, 4 venezolanos, un estadounidense, un canadiense y un nicaragüense.

También fueron reportadas personas de Israel, México, Honduras, Rusia y La India.