Con corazón de oro, así recuerda su esposa al bombero Andrés López

Con las ganas de hacerle homenaje al que fue el amor de su vida, un hombre completamente entregado a su matrimonio y un gran bombero.

Francini Zúñiga, la esposa de Andrés López, quien falleció el pasado miércoles en un accidente de tránsito, asegura que su marido es un ángel y que tenía un corazón de oro.

"Tengo que hablar de un hombre con un corazón de oro, extraordinario, amaba mucho, adoraba su trabajo, ese corazón de oro lo llevó a escoger esa profesión porque tengo que decirlo así, él escogió ser bombero", comentó Zúñiga.

Estaban prontos a cumplir siete años de matrimonio. Calificó de "privilegio" el haber estado en el altar junto a López, con quien caminó en el peregrinar de la vida. 

"Es un privilegio que Dios me dio ser la esposa de él, un hombre excepcional, realmente, no podría haberle pedido un esposo diferente a Dios. Mi esposo sabía lo que yo lo amaba", afirmó.

Y agregó: "Aún sabiendo que la vida me tenía este momento tan duro, si el tiempo regresara, volvería a vivir cada momento con él, estaríamos en las buenas y las malas, lo honraría".

Zúñiga indicó que ha orado todas las noches y se ha aferrado a la fe en este momento de duelo.

También agradeció las múltiples muestras de cariño de las personas que conocieron a su esposo y a todo el Cuerpo Benemérito de Bomberos. 

"Él tenía conocimiento de que yo no sabía estar sin él, sé que vienen días muy duros, pero estoy convencida de que hoy puedo decir que tengo un ángel en el cielo", concluyó la esposa de López.

Recuerdo.

El pasado jueves, Sergio Bolaños, jefe de la Estación de Bomberos de Alajuela, también recordó a Andrés López, como alguien que tenía un espíritu de unión.

Bolaños recordó una anécdota con López tras haber apagado el enorme incendio en la zona Franca de El Coyol de Alajuela en abril de 2022.

“En el incendio de Prodex en la zona franca, él se encargó de un sector con una manguera gruesa de dos pulgadas y media, lo mandamos con otros muchachos y ya cuando terminó dice: ‘Ayyy papi, ya no echo’, todo mundo lo recuerda por ese ‘Ayy papi’, porque de verdad fue una ardua labor”, rememoró Bolaños.

Antes de llegar a la estación de Alajuela, López trabajó en la Fortuna de San Carlos y de Barrio México, sin embargo, hace tres meses se trasladó a la de Tibás.