Por Álvaro Sánchez |27 de febrero de 2017, 7:25 AM

La compañera sentimental de un tico sospechoso de narcotráfico detenido en Colombia por la DEA también registra a su nombre carros del año valorados en 54 millones de colones.

La lista de bienes de esta familia es amplia.

La casa rodeada por un muro, alambres con electricidad y cámaras de seguridad está ubicada en la comunidad de Las Trenzas en Golfito.

La misma cuenta con una estructura principal de dos plantas, balcones, una cancha de fútbol de cemento, una pequeña piscina y un rancho.

El jefe del OIJ de Ciudad Neyli confirmó que Rivera Blandón está en la mira de la policía desde el año 2010 cuando él y sus hermanos fueron atacados por algunos colombianos que intentaron tumbarlos y robarles una importante cantidad de droga.

Sin embargo, el sujeto quien decía ser pescador con un salario de 177 mil colones al parecer nunca fue investigado a fondo  y creció económicamente como la espuma.

Muchos de esos bienes han sido adquiridos gracias al financiamiento del sistema bancario algo que ni las propias autoridades se explican.

Según pudo comprobar Telenoticias muchos de los bienes adquiridos por este sujeto están a nombre de terceros, o bien, utilizó a familiares para acceder a créditos por más 150 millones de colones.

Uno de los casos es el de su compañera sentimental de apellido Villegas. Ella de quien no se conoce oficio cuenta tiene a su nombre una propiedad valorada en unos 18 millones de colones, en Golfito, adquirida por medio de una hipoteca en el banco Improsa.

Este crédito se inició el 13 de diciembre del 2011 y se terminaría en el 2021.

Además, tiene a su  nombre un pickup Dodge Ram 2500 modelo 2014 valorado en 33 millones de colones.

Y por medio de un leasing con arrendadora Desyfin utiliza un Jeep Grand Cherokee modelo 2016 valorado en 21 millones de colones.

Las inversiones cuestionadas de este costarricense detenido en Colombia no serían las únicas en Golfito y en entidades bancarias de la zona sur.

180 vecinos de playa Zancudo y Golfito son señaladas en un expediente judicial como testaferros o prestanombres de una organización narcotraficante cuyo líder sigue en fuga.