Por Luis Jiménez |25 de agosto de 2022, 13:59 PM

En los últimos años, se ha evidenciado un auge en los comercios digitales, con variadas opciones de productos que se ponen a la venta en las redes sociales y en páginas de Internet. Sin embargo, con este auge, otro fenómeno ha cogido fuerza: el de las estafas. 

Lo que hace que estos delitos sean tan efectivos a la hora de vulnerar a sus víctimas son las estrategias que utilizan los delincuentes para manipular a los compradores y a los comerciantes. De hecho, los expertos ya empiezan a conocer con más detalle el modus operandi de este sector delictivo, uno donde los delincuentes utilizan la empatía y refuerzan la confianza de sus víctimas al indicarles que no les pedirán rebajas por el producto ni fotografías del artículo que piensan comprar, todo con el fin de conseguir su cometido. 

Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), estas son solo algunas de una larga lista de características que diferencian a este tipo de delincuentes y que pueden servirle a las víctimas para detectarlos y evitar sucumbir a sus trampas. Uno de los agentes que se ha dedicado a este esfuerzo es Daylon Umaña, quien trabaja para la Sección de Delitos Varios de la Policía Judicial.

“Las personas sospechosas no piden rebajas, ni fotografías de los artículos, además no muestran interés en ello y generan empatía con el ofendido. Sus víctimas muchas veces son contactadas electrónicamente y por conversaciones en redes sociales, las cuales son aceptadas por los afectados.

“Cuando una persona acepta las conversaciones o solicitudes de amistad en redes sociales, los delincuentes de inmediato tienen acceso a todo tipo de fotografías personales y familiares porque ya disponen de la información en las redes sociales del ofendido que después utilizarán en su contra”, indicó Umaña.

El OIJ ha detectado un aumento considerable en los últimos años en el índice de delitos de amenazas por la compra y venta de artículos a través de las redes sociales y de las páginas de Internet. Por eso hoy emprende grandes esfuerzos para la concienciación e investigación de este fenómeno, con el fin de evitar que sigan ascendiendo los casos. 

“Cuando el comprador muestra interés, solicita una ubicación y el afectado muchas veces da la de su lugar de trabajo, su casa o la de algún familiar. Siempre generan empatía y dicen que están interesados a tal punto que no les importa el precio y dicen que de inmediato lo pagan.

“Luego envían un comprobante bancario, sin embargo, el ofendido revisa sus cuentas, pero no ve reflejado el dinero. Es ahí cuando el sospechoso, como ya tiene fotografías personales y demás, empieza a generar amenazas donde involucra a parientes o compañeros de trabajo y les dicen que van a atentar contra la vida e integridad de ellos.

Las autoridades aseguran que la mayor información que se utiliza en contra de las personas, que venden o compran los artículos por Internet, es la que ha dado el ofendido por la empatía que se ha generado durante la negociación. El aceptar solicitudes de amistad sin saber quién es la persona y el compartir información personal terminan siendo utilizadas en contra para lograr las estafas", detalló Umaña.

En 2021, solo en la provincia de San José se recibieron unas 300 denuncias por este tipo de delitos. En algunos meses hubo 25 causas, pero en otros llegaron hasta los 70 casos. En lo que va de 2022, ya el OIJ contabiliza 160 casos y estima que, para el cierre de este año, ese número alcance o supere la cifra del año anterior. 

Recomendaciones

Según recomiendan los expertos del OIJ, cuando una persona detecta durante una de estas interacciones en la web cualquier indicio que inspire sospechas, cese inmediatamente toda la comunicación, bloqueando a las personas sospechosas en sus redes sociales y también en sus comunicaciones telefónicas. En los casos donde la interacción avanza y el delincuente le indica a la víctima que ya le hizo el pago por el producto que vendía, la persona debe verificar si el monto se ve reflejado en sus cuentas bancarias y, de no ser así, prepararse para denunciar en el momento en el que empiece a recibir amenazas. 

“Las personas muchas veces brindan datos que no son necesarios dar por redes sociales para lograr una compra o venta de artículos, como el lugar de trabajo e identificaciones personales. Para todo tipo de negociaciones, lo más recomendable es buscar lugares públicos como parques con personas, que haya una unidad de Fuerza Pública o estar cerca de una delegación policial. La idea es que si la persona sospechosa siente un riesgo, se aleje”, agregó Umaña.   

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