Autoridades investigan muerte de hombre en Liberia este miércoles
El hecho, que podría estar ligado a un asalto, se suma a la ola de eventos violentos que afecta al país y que ha dejado al menos 10 fallecidos en las últimas 72 horas.
El homicidio más reciente que investigan las autoridades judiciales ocurrió esta mañana en Liberia, en una frutería ubicada sobre la Ruta 1 en la carretera que conduce a Bagaces, Guanacaste.
Al parecer, el caso podría estar ligado a un asalto, una hipótesis que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) todavía investiga.
Esta es la última muerte en sumarse a la ola de eventos violentos que acecha al país desde hace varios meses y que, en las últimas 72 horas, ya suma al menos 10 fallecidos.
Tanto así, que los homicidios registrados este año (279) ya superan la cifra registrada en el mismo periodo del año anterior, con 80 asesinatos adicionales en lo que va del año.
Otro de los crímenes que precede al de esta mañana ocurrió en las últimas horas, cuando una violenta balacera en Siquirres, Limón, dejó como saldo a dos hombres fallecidos.
Una de las víctimas fue identificada como Clisman Bravo Martínez, un joven de 25 años que era un líder pastoral juvenil en la comunidad y que, según las autoridades, aparentemente fue la víctima colateral de un ajuste de cuentas.
El periódico religioso Eco Católico publicó un mensaje de apoyo en sus redes sociales dirigido a la familia del fallecido, pero también lo acompañó de una solicitud a las autoridades para que tomen acciones concretas ante la situación que atraviesa el país.
Según las autoridades judiciales, el otro fallecido es un hombre de apellido Williams, de 33 años, quien tenía un amplio antecedente por venta y distribución de drogas.
Hasta ahora, se han podido detener a dos sospechosos, a quienes se les decomisaron armas de grueso calibre, y se inició la búsqueda para dar con un tercero que se dio a la fuga.
A estos hechos se suma otro caso registrado esta semana, la noche del lunes, cuando se dio el hallazgo de dos cuerpos calcinados y arrojados en un basurero de Nicoya, en Guanacaste.
Las autoridades siguen investigando el crimen, aunque confirmaron que las víctimas eran un hombre y una mujer.
