Por Teletica.com Redacción |21 de julio de 2023, 16:55 PM

Por Jose Muñoz (@josermunozcr) de Geek-Orama (@geek.oramacr). 

En el cine existen muchos subgéneros, uno de estos son los biopics (películas biográficas de personajes conocidos) y cuando se dio la noticia de que Christopher Nolan tomaba el proyecto de contar la historia de J. Robert Oppenheimer, sabíamos que no íbamos a ver el típico biopic

La historia de Oppenheimer es muy compleja de contar, desde un juicio humillante, codearse con las más grandes mentes de su época, ser el padre de la bomba nuclear y llevar el cargo de miles de personas... Todo esto nos llevará por una cadena de emociones, adentrándonos cada vez más en una atmósfera de ego desmedido, venganza, lucha de poderes y duelo.

Con sus tres horas de duración, puede ser una cinta dura de llevar, pero solo así podríamos vivir un relato como este. De la mano de las grandes actuaciones de Cillian Murphy, Robert Downey Jr. y Emily Blunt, apoyadas en el espléndido trabajo cinematográfico de Nolan, el espectador no se pierde en lo denso de la trama ni en la fuerte carga de información, y se mantiene atento a la gran resolución del clímax de este filme.

Otro detalle que hace famoso a este director es innovar en aspectos técnicos del cine para apoyar la narrativa de su guion, y este trabajo no es la excepción; desde el uso del cine 70 mm (un formato el doble de grande del usual), así como al uso de proporciones de imágenes más cuadradas, pero dando esa sensación retro en ciertas escenas, además de ser el primero en utilizar película de 70 mm en blanco y negro.

Oppenheimer es mucho más que la historia de una persona, es arte, es Nolan llevando su narrativa y su estilo a otro nivel, son escenas que no paran, pero nada es gratuito, es una analogía y es una metáfora, una tras otra, es una experiencia que no se pueden perder y que tienen que vivir en una pantalla de cine.

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