Por Eric Corrales |9 de octubre de 2022, 17:38 PM

El reflujo gastroesofágico (ERGE) es una de las enfermedades más comunes en el país, así como una de las que más llegan a consulta médica en los centros de salud nacionales. Se produce cuando el ácido del estómago se devuelve hacia el esófago, provocando consecuencias como la irritación en el revestimiento del esófago. Además, este padecimiento se considera como la principal causa del cáncer de esófago.

Según el Consenso Latinoamericano de Reflujo Gastroesofágico, esta enfermedad afecta a aproximadamente el 40% de la población latina en al menos una ocasión al mes. Entre un 12% y 20% de quienes la padecen, sufren episodios semanales, mientras que un 2% la padece de manera crónica. 

“Al final del esófago hay una banda circular de músculos (esfínter esofágico inferior), que cuando tragamos se relaja para permitir que los alimentos y los líquidos lleguen al estómago, y después se cierra de nuevo. Sin embargo, cuando ese esfínter se debilita, el ácido del estómago puede volver a subir al esófago, por lo que ese constante proceso irrita el revestimiento del esófago”, explicó la gastroenteróloga Ana Lorena Madrigal.

Según la gastroenteróloga, las causas más frecuentes son las siguientes:

1- Historial familiar de reflujo
2- Presencia de una hernia hiatal
3- Obesidad
4- Medicamentos o alimentos que propician la relajación no usual (grasas, dulces, picantes, café y bebidas alcohólicas)
5- Embarazo
6- Fumado

Entre los puntos que destaca Madrigal sobre este tema, está el hecho de que los casos registrados por este padecimiento han ido en aumento. Lo atribuye a los cambios en el estilo de vida de los últimos años, donde la ansiedad, el estrés y el sedentarismo se han hecho cada vez más comunes, y se consideran como elementos potenciadores de esta enfermedad.

Los síntomas más comunes pueden llegar a pesar sobre la calidad de vida de las personas, generando dolores y patologías que varían y que se concentran en las regiones del torso y del pecho. Con esto en mente, a continuación listamos los síntomas más frecuentes citados por Madrigal: 

1- Sensación de que el ácido o la comida se devuelven a la garganta o a la boca
2- Sensación de ardor en el pecho
3- Dolor en el pecho
4- Sensación de tener un “nudo” en la garganta
5- Dificultad para tragar
6- Tos crónica

“No debemos subestimar los síntomas, si pasa ocasionalmente no hay problema, pero si es persistente, es necesario visitar a un gastroenterólogo para determinar correctamente qué está sucediendo. Hay enfermedades graves que comparten síntomas, por eso el paciente puede confundirse, pero por medio de las pruebas y análisis correctos podemos dar el mejor diagnóstico”, agregó la especialista de Grupo Equilibrium.

Aunque estos son los síntomas que se presentan con mayor frecuencia en las primeras etapas de afectación, con el paso del tiempo empiezan a surgir nuevas secuelas que se originan de la inflamación del esófago que provoca esta enfermedad.

Una de ellas es el trastorno esófago de Barrett, que surge por los daños que provoca el ácido gástrico al revestimiento del esófago. En algunos casos, puede provocar una modificación precancerosa del tejido que se llama displasia, la cual aumenta las probabilidades de que se desarrolle el cáncer esofágico.

Otra de las secuelas es el estrechamiento del esófago (estenosis esofágica), que sucede cuando la parte inferior del esófago se daña y provoca un tejido cicatricial, el cual estrecha el camino por el que recorren los alimentos, produciendo dificultades para tragar y la sensación de que la comida se queda atorada.

Por último, están las úlceras esofágicas, las cuales erosionan gravemente los tejidos en el esófago y producen llagas abiertas que pueden sangrar y causar mucho dolor.

Diagnóstico

Madrigal explica que existe una falsa creencia de que la gastroscopia es el análisis más efectivo para diagnosticar un cuadro de reflujo, sin embargo, si bien este procedimiento es eficaz para hacer un diagnóstico preliminar, es poco sensible y podría obviar algunos elementos de la afectación, dejándolos al margen del tratamiento.

Por lo tanto, la experta recomienda a los pacientes afectados por este padecimiento acudir a un estudio más específico, como la pHmetría o la medición del nivel de ácido, los cuales permitirán determinar concretamente si se trata de un reflujo gastroesofágico y, en caso de que lo sea, identifica si el mismo corresponde al tipo ácido o al tipo alcalino.

“En ocasiones, los pacientes no responden al tratamiento correcto, entonces por medio de una sonda con sensores, determinamos muy detalladamente el reflujo y podremos saber de qué tipo es para optimizar su tratamiento”, dijo la especialista.

En cualquier caso, cuando una persona sospecha que podría padecer de reflujo gastroesofágico, lo recomendable es siempre acudir a un experto para garantizar un diagnóstico correcto y un tratamiento oportuno.

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