8 de abril de 2015, 5:09 AM

El proyecto habitacional que se construyó para ubicar a los damnificados de San Antonio de Escazú nació con el nombre de "Lajas Compartir".

Precisamente, esto se hizo para mantener unida a la comunidad que había sufrido aquel 4 de noviembre del 2010 unas de las tragedias más recordadas del país, con pérdidas humanas y otras materiales millonarias.

Algunos se marcharon para siempre de la zona, y dieron por perdidas sus tierras y pertenencias después de lo ocurrido.

Otros dijeron sí a un subsidio que el IMAS otorgó para que algunas familias se pagaran un alquiler mientras su situación se solucionaba.

Y el resto, que económicamente podían estabilizarse de nuevo, lo hicieron sin esperar nada de nadie.

Cuatro años después, "Lajas Compartir" estaba terminado, pero solo estructuralmente. Por algunos atrasos administrativos, nadie podía vivir ahí.

Hoy solo 25 familias fueron ubicadas.

Para la Municipalidad de Escazú, la situación de estas personas es considerada como una falta muy grave.

Las 51 familias pre-evaluadas habían sido ubicadas en varias listas:

-25 con casa, amparados bajo la ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda.

-7 que calificaron para un bono ordinario más un aporte.

-4 familias necesitan 100% del aporte.

Las otras familias son las que deben enviar documentación que hace falta, cuyos casos ya están siendo evaluados en el Banhvi para el bono de vivienda completo o para el ordinario.

El Ministerio de Vivienda no tiene Ese aporte extra del que hablamos. Es por eso que solicitará como única opción a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) la suma de ₡414.229.526.

El ministro de Vivienda, Rosendo Pujol, dijo que no valoran un plan B, si la Comisión no acepta, insistirán una y otra vez.

Según el Ministerio, el convenio de la tormenta Tomas eran ₡25.000 millones, y al inicia de la actual administración solo se había utilizado unos ₡2.000 millones.

Estos ₡25.000 millones fueron depositados íntegros al Fondo de Subsidios para Vivienda (Fosuvi), que según está establecido es usado para casos de personas en extrema pobreza.

En concreto y después de cuatro años, de este dinero solamente han sido gastados ₡2.189 millones, que corresponden a 131 casos de familias.

¿Por qué no se utilizó este dinero para el proyecto de Calle Lajas desde que se dio? ¿Habría sido el proceso más rápido y menos engorroso si hablamos de dinero para que todos tuviesen su casa ya?

Lo cierto es que actualmente, y contra reloj, el Ministerio de Vivienda se ha dado a la terea de realizar un rastreo de más de 700 familias, que podrían ser beneficiadas con estos más de ₡22.000 millones que aún no se han utilizado.

Familias que fueron afectadas por Tomas, y no precisamente en la zona de San Antonio de Escazú, y que pensaron que el Gobierno los olvidó.

Para noviembre, el sobrante de los ₡25.000 millones volverá a las  cuentas de la Comisión Nacional de Emergencias y, de no presentarse proyectos de ayuda, el dinero que estaba específicamente destinada para ellos no llegará nunca.