Héctor Trejos: el presidente de estilo directo que agarró el timón de Puntarenas

Héctor Trejos es el presidente de Puntarenas FC. Tiene 55 años, es contador público y se le puede catalogar como un adicto al trabajo en el Puerto.

Trejos no tiene reparo en ser de un estilo directo, pero respetuoso. Defiende a sus jugadores, lucha por los intereses de su equipo, ha entrado en puja con la Municipalidad para poder tener en administración el estadio Lito Pérez y ha tenido éxito.

Es un jerarca activo en redes sociales, como es su cuenta en Twitter @PresiNarajanja. Dice lo que piensa y ha ofrecido disculpas si alguien se ha sentido ofendido por algún posteo, tal y como sucedió el día que su club avanzó a las semifinales, pues publicó una imagen con un tiburón y un barco. 

Trejos se califica como un hombre sencillo, apasionado por su trabajo y con un ímpetu tremendo para hacer que las cosas sucedan.

​Se le infla el pecho de orgullo cuando habla de los títulos conseguidos en Segunda División, el ascenso y ahora estar en las semifinales del fútbol nacional.

El jerarca habló largo y tendido con Teletica.com. Aseguró una y otra vez que "el barco va... que va".

"La verdad es que yo me fui a mi casa unos minutos antes de que terminara el partido en el que clasificamos". Lo dice con tranquilidad, cuando uno se imaginaría que festejó por todo lo alto estar dentro de los mejores cuatro clubes de Costa Rica. 

"Uno debe manejar la ansiedad. El aficionado muchas veces es cruel, en las buenas te reconoce y en las malas te tira a matar".

Hay que ser claros en algo, el Puerto subió a Primera y demostró que tiene fuerza. Su afición acompañó al equipo en el Lito Pérez, pero también fuera de él. 

"Yo antes trataba de comprender por qué a nosotros muchos medios nos medían de la forma en que lo hacíamos, porque en un momento teníamos 22 puntos y la Liga 25 y nosotros con el mismo equipo prácticamente que teníamos en Segunda. No estaban siendo justos con un proyecto", afirmó.

​Trejos recordó que también le ha tocado tomar decisiones impopulares en su momento, pero que el tiempo lo respaldó. 

"Mire... hay cosas que hay que recordar, por decisiones nuestras cambiamos de técnico 22 días antes de iniciar el torneo. Nos decían que nos íbamos a Segunda, otros que nunca habíamos salido de Segunda y bueno está bien... ahí es donde uno puede demostrar abiertamente la diferencia entre ser subjetivo y objetivo".

Ahora está en semifinales. Dice tener una sonrisa, pero también sobre sus hombros recae un proyecto que no solo es fútbol.

Es consciente que ha colaborado con la reactivación económica de la provincia y espera que su equipo llegue lo más largo que el fútbol le permita y por qué no levantar la corona de campeón de Primera.