Por Andrés Martínez |6 de agosto de 2015, 17:10 PM

Diputados reclaman al Gobierno la insistencia por mantener vivo el negocio con China para construir una nueva refinería.

La presidente de Recope, Sara Salazar, no escapó de reclamos, ataques y fuertes cuestionamientos.

La jerarca tuvo que ampararse en sus asesores para responder cada pregunta sobre el estado de Soresco y lo que le cuesta al país mantener una refinería varada hace tres años.

El Gobierno insiste en buscar una salida para construir la nueva refinería, luego de que La Contraloría la frenara.

Pero los diputados atacan esa postura del Gobierno.

Salazar reconoció que inyectaron 50 millones de dólares para Soresco. El dinero salió de ingresos por venta de combustible y exportaciones.

Soresco, la sociedad mitad China, mitad costarricense, le cuesta al país 150 mil dólares por mes. Esto pese a que la refinería no funciona y aún no hay plan B para construirla.

El presidente Solís incluso viajo a China en enero para hablar con su homólogo Xi Jin Ping sobre renegociar el contrato. Proyecto que no entierra el Gobierno.