En el 2016, el Partido Liberación Nacional (PLN) obtuvo 49 de 81 alcaldías que se eligieron. En el 2020 el número pasó a 43.

Sin embargo, la gran caída se presentó en la elección del 4 de febrero, cuando se impuso en 29 territorios, registrando una caída en 14 cantones (vea video adjunto de Telenoticias).

Lo anterior, convierte a los verdiblancos en los mayores perdedores de los comicios celebrados el domingo.

Pese a ello, el secretario general de la agrupación, Miguel Guillén, defendió: "Liberación sigue siendo el partido más importante del país. Sacamos la mayor cantidad de alcaldías, regidurías y sindicaturas".

En esta oportunidad, varios de los alcaldes liberacionistas de mayor peso no pudieron luchar por un nuevo mandato. En sus tiendas, se cree que esto tuvo alguna influencia en el resultado.

"Por supuesto que la renovación tiene un costo. La nueva ley exige que no haya reelección (por más de dos periodos consecutivos). Eso tiene un costo, porque eran liderazgos consolidados, maduros, con gran arrastre en sus cantones. Y bueno, hemos tenido que sustituir esos liderazgos tradicionales con gente nueva, que está haciendo sus primeras armas", agregó el dirigente verdiblanco.

A ello se suman los escándalos de supuesta corrupción que implican a representantes de esta agrupación.

Este tipo de denuncias estuvieron presentes en los últimos años, principalmente con el caso policialmente conocido como "Diamante", en el cual figuran como sospechosos los alcaldes verdiblancos Johnny Araya (San José), Alberto Cole (Osa), Alfredo Córdoba (San Carlos, fue inhabilitado para ocupar cargos públicos por sentencia judicial) y Humberto Soto (Alajuela, renunció al partido para buscar la reelección con el Partido Nuestro Pueblo - PNP).

A pesar de que la agrupación impulsa un proceso de renovación, la división que existe a lo interno no lo facilita.

Grandes ganadores

Del otro lado están los partidos Unidos Podemos (PUP) y Unidad Social Cristiana (PUSC)

Aunque el ambiente en las diversas juntas receptoras de votos (JRV) fue muy frío, desde temprano en la primera de estas agrupaciones había una sensación de que iban a salir victoriosos.

Ese positivismo se basaba en el trabajo realizado en las comunidades por sus representantes, expuso el presidente de Unidos Podemos, Alejandro Fonseca.

Al final de la jornada electoral, la agrupación morada, con anaranjado y blanco obtuvo nueve alcaldías. En los comicios pasados, solo había conseguido una. Esto los convirtió en el gran ganador de las votaciones.

"En estos momentos, Unidos Podemos se está convirtiendo en la tercera fuerza política a nivel nacional, que era algo que nosotros hemos trabajado casa a casa", destacó el dirigente.

Por su parte, la otra agrupación cosechó cinco alcaldías más de las que consiguió en 2020.

En total, la Unidad controlará 20 territorios y ve cada vez más de cerca a Liberación Nacional, que es históricamente se ha mantenido como la principal fuerza política de Costa Rica (28).

"Oficialismo" vigente

En el Partido Progreso Social Democrático (PPSD), actualmente en el gobierno, se mostraron satisfechos con la obtención de dos alcaldías.

Lo anterior a pesar del rompimiento que sufrió la fracción el año pasado, cuando 9 de 10 diputados dieron su apoyo público a otra agrupación: el Partido Aquí Costa Rica Manda (PACRM).

Aquella división estuvo acompañada de críticas por parte del presidente Rodrigo Chaves contra la presidenta de la agrupación en el poder, Luz Mary Alpízar, dado que, en su rol como congresista, también se separó de la línea de la bancada en algunas oportunidades.

Progreso Social Democrático jamás había participado en unas elecciones municipales, por lo que sus triunfos en Carrillo y Atenas llenan a la dirigencia "oficialista".

El Partido Acción Ciudadana (PAC) también perdió las cuotas de poder que le quedaban durante los comicios del domingo.

La agrupación que gobernó Costa Rica entre 2014 y 2022 se quedó sin los cuatro ayuntamientos que controlaba y desapareció de la arena municipal.

En cuestión de dos años, los rojiamarillos bajaron del poder, se desvanecieron del Congreso y ahora de los gobiernos locales.

Por su parte, el Partido Frente Amplio (PFA) se aseguró la alcaldía de León Cortés Castro.

Si bien el triunfo es pequeño, marca el regreso de la agrupación amarilla a una municipalidad, pues en toda su historia solo había gobernado en Barva.

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