Por Juan José Herrera |3 de diciembre de 2020, 18:07 PM

Con el voto afirmativo de 43 diputados este jueves se aprobó en primer debate el expediente 22.177, que reducirá la deuda política para las elecciones presidenciales de 2022 y municipales de 2024 para asistir al Estado en su difícil situación fiscal.

La propuesta establece que la contribución estatal que recibirán los partidos políticos para ambos comicios se reducirá de un 0,19% a 0,085% del PIB del año 2020, esto, según los cálculos de los propios legisladores, se traduce en un ahorro de alrededor de ₡36 mil millones.

El proyecto, del liberacionista Gustavo Viales, ya tiene el respaldo del Tribunal Supremo de Elecciones y se votaría en segundo debate el próximo martes.

“Esto es un gran avance que viene a contribuir con el ahorro del Estado. Considero que en estos momentos difíciles de finanzas que atraviesa el país, los partidos debemos actuar dando el ejemplo.

“También Recibimos con mucha satisfacción la respuesta del Tribunal Supremo de Elecciones porque reafirma que, al plantear esta iniciativa hacíamos lo correcto en cuanto a la contención del gasto público, con una histórica reducción de la deuda política”, dijo Viales.

El cálculo de los diputados es que, entre ambas elecciones, el Estado debía erogar alrededor de ₡66 mil millones, mientras que ahora esa cifra rondará los ₡19 mil millones en el caso de las presidenciales y ₡10 mil millones en las municipales.

Este jueves los diputados acordaron que las asambleas superiores de los partidos quedarán por prorrogadas en los casos donde los partidos no hayan iniciado su proceso de renovación de estructuras al momento de inscribir las candidaturas de 2022.

Además, agregaron un transitorio para permitir que, durante la declaración de emergencia del COVID-19, las asambleas y actividades partidarias se puedan realizar tanto de forma presencial como virtual.

Los únicos diputados que votaron hoy en contra fueron la subjefa del PUSC Shirley Díaz y el independiente Erick Rodríguez. La primera alegó lo improcedente de permitir la prorroga en los nombramientos de las estructuras políticas y el segundo aquejó el golpe que la reducción de la deuda supondría para partidos pequeños o aquellos que deseen formarse para los venideros comicios.

Sus tesis; sin embargo, fueron descartadas por la mayoría.