Por Juan José Herrera |26 de mayo de 2022, 13:22 PM

Los jefes de las diferentes fracciones acordaron, este jueves, posponer la discusión del polémico expediente 21.182, que busca flexibilizar las jornadas de trabajo en el país para permitir horarios de hasta 12 horas a cambio de tres días libres.

La jefa de fracción del partido de gobierno, Pilar Cisneros, comunicó esta mañana a los diputados la solicitud del Ministerio de la Presidencia para retrasar por 15 días la discusión del proyecto, esto con el fin de crear y desarrollar mesas de diálogo con sindicatos, cámaras, diputados y el Ministerio de Trabajo sobre el tema.

La intención del Ejecutivo es que ese proceso de socialización permita encontrar la fórmula más adecuada de llevar adelante la reforma y así incluir esos cambios, desde ya, en el texto.

“Después de 22 años, dos semanitas más no es nada. El Poder Ejecutivo está muy interesado en el proyecto, pero tenemos algunas observaciones y creemos que hay oportunidades de mejora para que este avance”, dijo Cisneros.

La jefa de la bancada liberacionista, Kattia Rivera, añadió que su fracción también apoya la reforma, pero quiere antes tener clara la afectación y el impacto que esta tendría en el sector trabajador, dos datos en el que el texto original, dijo, es omiso.

“Cuando uno tiene un proyecto heredado que viene tan avanzado, siempre hay observaciones, por eso para nosotros es importante tener este diálogo, porque si bien estamos impulsando todo el tema de reactivación, también hay que proteger los derechos.

“Queremos tener argumentos para saber qué vamos a defender y cómo. Nosotros estamos de acuerdo, en principio, pero con la salvedad de que no puede ser aplicable para todos”, dijo Rivera.

El Frente Amplio, principal opositor del tema, celebró la apertura de ese proceso de diálogo como una forma de entender de forma más directa el impacto que este podría tener en el trabajo del país.

Jonathan Acuña, jefe de los frenteamplistas, aseguró que incluso en medio de su oposición buscarán incidir lo máximo posible en el texto para acercarlo a sus posturas.

“Este proceso va a venir a profundizar en nuestras observaciones que también han hecho otras fracciones. Es un proyecto al que aún le faltan dos días de mociones (reforma) y por ahí podríamos convencer a más diputados y diputadas, por eso este diálogo es tan importante”, dijo el legislador.

La propuesta, entre otras, permitiría jornadas de 10 o 12 horas de trabajo durante cuatro días para luego librar otros tres. La tesis de sus defensores es que esto podría impulsar una mejora en la calidad de vida de los trabajadores al flexibilizar sus jornadas sin que exista un detrimento en el rendimiento.

Los opositores, en cambio, aseguran que esto podría crear discriminaciones odiosas por trabajadores que se opongan a esas jornadas o bien violaciones directas a los derechos de los empleados, además de que no garantizaría que esos tres días libres, por ejemplo, sean continuos.

El proyecto volverá al Plenario en dos semanas para iniciar con su discusión en primer debate.