¿Cómo mantiene Rodrigo Chaves sus niveles de popularidad tras mil días de mandato?
El economista, a las puertas de cumplir tres años de gestión, parece inmune al desgaste tradicional del cargo.
En los últimos 45 años, desde que se mide la popularidad de un mandatario, ningún presidente en Costa Rica ha llegado a mil días de gobierno con la bonanza que hoy exhibe Rodrigo Chaves.
La última medición del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la UCR (CIEP), publicada en noviembre pasado, ubicó en 63% las valoraciones positivas del economista; un indicador que, para él, nunca ha bajado de 50%.
“Es atípico, no es lo usual que, a estas alturas, habiendo pasado la mitad del mandato y acercándonos hacia el final, los presidentes o habían perdido respaldo o incluso estaban por empezar un proceso que era recuperar algo de lo que habían perdido. En este caso la dinámica es un poco distinta, las cifras son un poco diferentes y el mandatario todavía goza de un apoyo importante, muy orientado al tema personalista del cual hemos estudiado”, resume Rónald Alfaro, investigador del CIEP.
Efectivamente, el CIEP ha insistido en que, contrario a la tradición, el actual gobierno destaca por su inédito respaldo hacia el mandatario, como persona, y no tanto a su gestión y logros, como administración.
“Lo que ocurre es que la gente evalúa diferente al Gobierno, digamos, con un apoyo de carácter más personalista. Está muy centrado en la figura del mandatario y mucho menos en los resultados, que es lo que tradicionalmente ha sido utilizado para evaluar a los presidentes”, insiste el investigador.
Pero, ¿por qué ahora y por qué Chaves?
“Muy fácil, porque tenemos un presidente que gobierna para la masa, que gobierna para la gente, que gobierna para la mayoría y no para la élite, y la gente lo percibe. Somos un gobierno que hemos despertado el letargo de la gente que antes ni se interesaba por la política y cuando empieza a ver que la política tiene una enorme incidencia sobre su vida y un enorme perjuicio por la manera como han administrado a este país de manera absolutamente irresponsable”, defiende la oficialista Pilar Cisneros, el brazo político más fuerte que hoy tiene Chaves.
Efectivamente, el discurso confrontativo del mandatario ha hecho “click” con el hartazgo de un amplio sector de la población por la política tradicional y los resultados que, hasta ahora, esta les ha dado.
“Durante los últimos 30 años, la institucionalidad costarricense perdió credibilidad ante la ciudadanía, el Estado pasó de ser un modelo de estabilidad y eficiencia en América Latina, a ser percibido como burocrático, ineficaz e incapaz. Esto viene, obviamente, por una crisis del modelo económico-social, un aumento de la desigualdad y crisis del mismo Estado, y corrupción y escándalos políticos.
“Ese contexto es clave para poder explicar la popularidad de Chaves, porque su discurso de lucha contra el sistema conectó con una ciudadanía que ya veía el modelo político como ineficiente y de alguna manera corrupto, entonces no es solo que Chaves haya construido una narrativa contra el sistema, sino que el sistema ya estaba desgastado antes de su llegada”, explica Mario Quirós, analista político.
Ese discurso fuerte, además, le ha permitido sortear cuestionamientos y redirigirlos hacia otros actores que, según esas mismas encuestas, siguen cayendo ante la opinión pública.
Así, contrario a otras administraciones donde se le exige al Ejecutivo soluciones, ahora la falta de resultados se justifica en otros poderes que se han vuelto antagonistas del Gobierno.
“Las grandes deudas han sido principalmente en Seguridad y Educación, pero esas deudas curiosamente no han afectado, en mayor manera, la popularidad Chaves, gracias a una narrativa muy efectiva ante esos públicos que los apoyan.
“Esa narrativa ha fijado la culpa de esas problemáticas en otros actores lejos del Ejecutivo, como ha sido el caso del Poder Judicial y el Poder Legislativo, dos poderes que, como hemos visto en los estudios del CIEP, tienen una muy baja valoración por parte de la ciudadanía, y también esas problemáticas no le han hecho mucha mella al Presidente por tener al frente una oposición débil, desarticulada, sin una buena estrategia, sobre todo de comunicación; y sobre todo por no contar, al menos hasta el momento, con liderazgos competitivos, con mensajeros convincentes”, resume el también experto en comunicación política, Ignacio Azurdia.
Para el frenteamplista Ariel Robles, una de las caras más visibles de la oposición, esto también es reflejo de la importante inversión que el Gobierno realiza en comunicación, pues asegura que, desde el día uno, la administración Chaves Robles se ha preocupado “más en el rating que en gobernar”.
“Hay un aparato económico significativo para sostener la comunicación del Gobierno, cuyo financiamiento desconocemos, pero entonces pasa por la práctica, una práctica que es de características geopolíticas en la cual el manejo comunicativo puede significar el lograr mantener una alta popularidad, porque cuando una cuando un gobierno tiene un buen relato, o hay figuras políticas con un buen relato, y a la par una campaña que le sostenga su comunicación, es muy probable que esa popularidad se sostenga.
“Porque el porcentaje de aceptación que tiene don Rodrigo Chaves es diferente al de su gestión, hay unas diferencias, pero don Rodrigo mantiene esa popularidad debido a la estrategia comunicativa que ha seguido, el de un Gobierno más enfocado en el rating que gobernar”, sentenció.
¿Un cambio para siempre?
Con la campaña electoral encima, y el "tic tac" del “rodriguismo” hacia 2026, es imposible no pensar en que los demás actores políticos se fijarán en la estrategia de Chaves para emular su éxito ante la opinión pública.
Esto, entonces, plantea una duda sobre qué tanto cambiará (o ya cambió) la forma de hacer política en Costa Rica en medio de ese fenómeno actual.
Y aunque la respuesta pareciera ser obvia, la opinión de expertos y actores es dividida entre la certeza del cambio y la posibilidad de que, al final, este fenómeno sea pasajero.
“Estos son ciclos políticos, y los ciclos políticos, como muchas veces en la historia, son pendulares. El tema que uno podría decir en este contexto global en el que estamos, es que nos estamos yendo a extremos, y eso no siempre es bueno.
“El presidente (Chaves) lo hace evidentemente en su estilo, en su tono, que le ha dado éxito, y claro, en el contexto en que estamos, eso eleva muchísimo el tono, valga la redundancia, en que se están discutiendo las cosas de nuestra dinámica; pero podría ser que a lo largo de unos años estemos en otro momento político, porque pendularmente nos hayamos venido hacia el centro, o tendamos otra vez a otro extremo”, explicó Mario Quirós.
Para Rónald Alfaro, en cambio, el escenario ya es distinto por ese factor personalista, pero este, insiste, podría no ser duradero en el tiempo.
“Si la política está dominada por un factor personalista, tratar de hacer política por otra vía quizás no es la mejor estrategia, porque normalmente a un personalismo fuerte, lo reemplaza otro personalismo fuerte.
En el otro extremo, Cisneros insiste en que el fenómeno que inició Chaves ya no tiene “marcha atrás” y alabó “el despertar” que tanto ella como el mandatario pregonan en la población sobre los defectos de la política tradicional y las oportunidades que abre esta nueva.“Pero bueno, solo el tiempo dirá en qué medida esto es algo que tiene un efecto duradero”, aseguró.
“La gente ya se dio cuenta de que, si él o ella cree en un presidente de la República, tiene que llevarlo a Zapote, pero tiene que darle las herramientas para que esa persona pueda gobernar”, insistió en relación con la necesidad de aumentar la cantidad de diputados del lado oficialista.
Para Ariel Robles, finalmente, lo que hoy se ve en Costa Rica no es nuevo.
“Yo creo que ya cambió la dinámica política, creo que hay gente que se va a plegar a tratar de hacer lo mismo, a seguir discursos políticos parecidos, pero bueno, lo que se ha demostrado internacionalmente, y también a nivel nacional; es que, como las películas, siempre la segunda versión o la tercera versión no tiene tanto pegue como la primera”, finalizó.