Por Juan José Herrera |19 de julio de 2021, 17:19 PM

Luego de semanas de discusiones y dilación, el Plenario Legislativo aprobó esta tarde en segundo y definitivo debate el crédito por $1.778 millones con el Fondo Monetario Internacional.

Lo hizo con el respaldo de 44 diputados y el rechazo de otros siete y una semana más tarde de lo originalmente pactado, debido principalmente al pulso político que el Ejecutivo y el Legislativo sostuvieron por el fallido nombramiento de Ottón Solís como representante ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La aprobación del préstamo garantiza el desembolso inmediato de unos $294 millones por parte del organismo multilateral, el primero de seis tractos que estarán condicionados al cumplimiento de otras metas que conforman el señalado acuerdo de financiamiento ampliado.

El crédito, además, es el punto de partida hacia ese objetivo crítico que señaló el Gobierno de mejorar la situación fiscal del país.

El empréstito en cuestión se utilizará casi exclusivamente para el recambio de deuda cara por otra barata, pues un 10% irá también a las arcas de la Caja Costarricense de Seguro Social para el pago de las obligaciones económicas que el Gobierno mantiene con la institución de salud.

Para ese fin, tendrá un interés de alrededor de 2% (contra el 8% que promedia la deuda actual) y un plazo de 10 años, incluido un periodo de gracia de 4 años. Así, se amortizará durante seis años con pagos semestrales.

Paola Vega, diputada oficialista, había adelantado días atrás que, según los cálculos del Ministerio de Hacienda, la reducción de un punto porcentual en el pago de intereses significa alrededor de ₡35 mil millones por año.

Los diputados de oposición fueron claros en que esta aprobación no significa en que darán sus votos para el resto de la llamada agenda FMI, que incluye proyectos como el de impuestos a la lotería, renta global dual o el cobro del impuesto de renta al salario escolar.

Entre esas voces estuvieron la de Shirley Díaz (PUSC) y Wálter Muñoz (PIN), quienes cuestionaron la necesidad de más deuda y la falta de claridad sobre el impacto que el recambio de esta ha tenido hasta ahora en la crisis fiscal.

El crédito pasará ahora a manos del Ejecutivo para su firma final.