Historia de amor: las ocho medallas de ecuestre en Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales

Adriana Molina, Ximena Calderón, Mariano Hernández y Natalia Castro conquistaron ochos medallas para el país en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales.

El grupo, que tiene más de un año trabajando, es una muestra de todo lo bueno que tiene por ofrecer este programa.

Teletica.com conversó con Dani Chavarría, la jefa de equipo en ecuestre y ella nos contó sobre la experiencia.

¿Hace cuánto está trabajando con el grupo que fue al Mundial de Olimpiadas Especiales?

Hace cinco años traje a Costa Rica el ecuestre para Olimpiadas Especiales y desde entonces hemos venido trabajando en entrenar instructores y personas para hacer crecer el deporte.

Nos dieron cuatro espacios y en junio hicimos una selectiva en junio del año pasado y se seleccionaron los cuatro jinetes y tengo un año como jefe de equipo.

¿Cómo califica la experiencia?

Inolvidable, uno no se imagina lo que va a vivir allá. La organización es excepcional.

Para los chicos es una experiencia enriquecedora, no solo deportivamente, también personalmente. Por primera vez están separados de sus papás por un rato tan largo y genera independencia y es parte de lo que trabajamos que el crecimiento no solo sea deportivo, sino también personal.

​Una organización como Olimpiadas especiales va más allá de la parte deportiva. ¿Qué le diría a las personas para que se animen a colaborar?

Es una organización basada en personas que tiene el corazón dispuesto a ayudar en diversas áreas. Uno va y ayuda, pero uno se llena de lo que recibe cuando ve las sonrisas, los logros y los cambios de los chicos.

¿Qué le enseñaron los muchachos?

Son tantas cosas.

Lo primero fue trabajo en equipo, porque cada uno es diferente. Nos apoyamos de maneras diferentes y eso me encantó.

Resiliencia. Cada uno de ellos sacó lo mejor a pesar de obstáculos y pruebas que tenían. Fue increíble como se adaptaron a los campos.

El positivismo, a pesar de las circunstancias, nunca se quejaron y vieron la parte buena de todo lo que pasaba.

El amor, el cariño y el corazón increíble que tienen, esa capacidad de ver la parte humana de todos, el crecimiento no fue solo para ellos, fe también para uno.