Por AFP Agencia |12 de octubre de 2020, 9:49 AM

París, Francia | Con el impresionante crecimiento de los eSports en los últimos años y las exageradas sumas de dinero en juego, la lucha contra las trampas se ha convertido en un reto enorme para los diferentes actores del sector, decididos a asegurar la integridad de las competiciones.

A finales de septiembre, un enorme escándalo de trampas salpicó a los torneos de Counter Strike, uno de los videojuegos más populares del eSport (o deporte electrónico).

Muy dinámico y espectacular, Counter Strike es un FPS, es decir, un juego de disparos en primera persona. La pantalla de la computadora muestra un paisaje similar al que vería un ser humano inmerso en el escenario 3D del juego (a diferencia de los juegos en "tercera persona" donde se ve al personaje de espaldas). En veinte años de existencia, la popularidad del juego editado por Valve nunca ha flaqueado.

El objetivo de un partido cinco contra cinco: hacer explotar una bomba o matar a todos los rivales antes del final de una ronda de dos minutos. La estrategia de equipo desempeña un papel muy importante, así como la agilidad y la velocidad de ejecución, y el espectador está sometido a una montaña rusa de emociones.

37 entrenadores fueron sancionados por el ESIC, un organismo independiente que se dedica a las cuestiones de ética en los eSports. Su falta: aprovechar un bug (error) en el juego para divulgar información estratégica a sus jugadores durante los partidos.

Los entrenadores, al frente de equipos profesionales, semiprofesionales o aficionados, recibieron suspensiones que fueron desde unos meses hasta los tres años.

Estas drásticas medidas tuvieron consecuencias inmediatas en el mundo de Counter Strike, y algunos equipos, como 'Mousesports', se separaron de su entrenador.

"(Ofrezco) mis disculpas más sinceras a los rivales afectados por mi error. Mi error de juicio ha podido tener consecuencias en su carrera y es algo que nunca podré retirar y que lamento profundamente", declaró en Twitter Allan "Rejin" Petersen, técnico despedido por el equipo alemán.

- De hobby a industria enorme -

Este caso, que afecta a competiciones que se remontan hasta 2016, no es ni el primero ni el último en sacudir al eSport, un sector que en pocos años ha pasado de ser un hobby a convertirse en una industria enorme.

De manera regular, los jugadores son excluidos de las competiciones, suspendidos o incluso sancionados de por vida por ceder a la tentación de la victoria fácil.

"¿Por qué hay trampas en los deportes electrónicos? Porque lo que está en juego se ha vuelto colosal", explica a la AFP Désiré Koussawo, director general de la rama francesa del ESL, uno de los principales organizadores de eventos de deportes electrónicos.

"Cuando se sabe que hoy se pueden ganar millones de dólares ganando una competencia es normal que equipos, jugadores, puedan verse tentados a utilizar formas indirectas de ganar", añade.

Antes de las clasificaciones para la Copa del Mundo de Fortnite el año pasado, más de 1.200 cuentas de jugadores fueron suspendidos por trampas.

"Hay pocos datos empíricos o estadísticas sobre las trampas. Por contra, desde hace muchos años hay testimonios de jugadores que se quejan", explica Nicolas Besombes, sociólogo del eSport.

- "Aimbots", "wallhacks"... -

Porque la trampa no es reciente en el mundo de los videojuegos y desde hace tiempo circulan softwares de trampas desarrollados por hackers.

Entre los "aimbots", estos programas de ayuda para apuntar que permiten disparar a los enemigos más fácilmente, los "wallhacks", que permiten ver a los rivales a través de las paredes, o los "scripts", que ejecutan comandos automáticamente, los modos de hacer trampas son infinitos.

"Año tras año hemos sabido adaptarnos y elevar el nivel de seguridad de nuestros PC y de nuestras configuraciones para evitar este tipo de cosas", asegura Koussawo. "Pero la gente es muy inventiva..."

En 2018, el equipo peruano Thunder Predator fue expulsado de la fase de clasificación de "The International", un prestigioso torneo de Dota 2, porque uno de sus jugadores había utilizado un mouse programable que le daba una ventaja injusta en el juego.

La persecución de los tramposos se ha convertido en una actividad a tiempo completo para los organizadores de eventos y los editores de videojuegos. "Pensamos que interesa a largo plazo en el eSport que las vulneraciones a la integridad se traten de frente", declaró el ESIC cuando se desvelaron las trampas en Counter Stike.