Personas con discapacidad esperan hasta 6 años por silla de ruedas en CCSS
Otros aseguran que, un impuesto de este tipo también limitaría las posibilidades de los deportistas que requieren de equipos especiales que no brinda la Caja.
Mientras las personas con discapacidad tienen que esperar hasta seis años por una silla de ruedas en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), el Gobierno defiende su intención de encarecer estos equipos con un impuesto.
El nuevo paquete de impuestos impulsado por el gobierno busca gravar con un 2% del impuesto al valor agregado los implementos médicos y de asistencia como las sillas de ruedas, andaderas, bastones, prótesis, lentes de contacto y camas de hospital.
Si bien la CCSS brinda productos de apoyo, la Caja también tiene una gran lista de espera y por ende las personas con discapacidad deben esperar hasta cuatro años para que le den una prótesis o silla de ruedas”, comentó Nicole Mesén, activista por derechos humanos.
Una propuesta que, a criterio del presidente de la República, Rodrigo Chaves, solo afectará a las personas con mayor poder adquisitivo.
Sin embargo, el acceso a una silla de ruedas no es tan sencillo como lo hace creer el mandatario.
Un impuesto de este tipo también limitaría las posibilidades de los deportistas que requieren de equipos especiales que no brinda la Caja.
“En el caso mío tuve que esperar entre cinco y seis años para recibir mi silla de ruedas por parte del Gobierno y hay productos que son de la parte deportiva, y esos no entran en la parte de la CCSS y meterle más impuestos, se vuelven bastante caros y en mi caso competir sería mucho más difícil”, señaló José Pablo Gil, atleta paralímpico.
Según la Encuesta Nacional sobre Discapacidad, solo el 15,3% de las personas en situación de discapacidad se encuentran el quintil de mayores ingresos.
En nuestro país el 18.2% de la población tienen alguna discapacidad, de ellos sólo 17,1% alcanzan la educación superior y el 56,4% están fuera de la fuerza laboral.
Además, el 68,9% no tiene los recursos para adquirir productos como sillas de ruedas, bastones o auriculares.
Este impuesto también gravaría la venta o importación de equipo odontológico, radiactivo, rayos X, así como equipo para laboratorios químico-clínicos.
