Mientras la policía cumple con detener criminales el sistema de justicia libera a muchos. ¿Quién está fallando?

Dos casos recientes demuestran efectividad en el trabajo policial.

Luego de un intenso despliegue, el sospechoso de asesinar cruelmente a un niño en Guácimo fue capturado.

Lo mismo ocurrió con la banda que asaltó el Banco Nacional de Río Frío de Sarapiquí.

Sin embargo, esto contrasta con una realidad: el supuesto asesino del niño en Guácimo ya tenía antecedentes por un caso de abuso sexual contra un menor y aun así estaba libre.

Y mientras el presidente Solís pide más policías, jueces han ordenado liberar reos por hacinamiento con la reincidencia como resultado en varios casos.

En la calle, muchos no entienden estas contradicciones.