Nacional

Menos inversión y menos consumo: las nefastas consecuencias del alto desempleo

Según expertos, una tasa de desempleo del 11,3 como la de nuestro país genera mucha preocupación y desconfianza

Por Julio Naranjo |3 de mayo de 2019, 13:17 PM

Costa Rica no ve la luz con el tema del desempleo ya que según datos del Instituto Costarricense de Estadística y Censos (INEC), 276.000 ticos salieron a la calle durante los primeros tres meses del año en busca de trabajo y no lo encontraron.

La última Encuesta Continua de Empleo señaló este viernes que el país tiene una tasa de desempleo del 11,3 y aunque tuvo una leve reducción respecto al último trimestre del 2018 (11,95), se mantiene como una de las más altas desde que se tiene registro.

Para los economistas esta situación es preocupante, pues el desempleo es un reflejo de que la economía del país no está creciendo lo suficiente para absorber y generar los puestos de trabajo necesarios para los ciudadanos.

Aunque la economía del país se encuentra estable gracias a medidas macroeconómicas del Ministerio de Hacienda y el Banco Central, señalan serios problemas del Gobierno para reactivar el motor económico.

“Podemos ver que cuando hay un desempleo tan alto la economía no percibe ingresos, entonces la gente no gasta, consume menos y a raíz de esto las empresas invierten menos, lo que genera un ciclo perverso difícil de solucionar”, explicó el economista Jorge Guardia.

Destaca que desempleo e ingreso insuficiente van de la mano y provocan una “baja inflación y reducción en las importaciones porque no hay demanda”.

Los datos asustan al compararlos con naciones con Estados Unidos, donde en estos momentos hay prácticamente ocupación plena con una tasa de desempleo del 3,6, cifra que se traduce en beneficios para el trabajador.

“También creció el ingreso promedio de los estadounidenses en un 3% y esto se debe al desempleo bajo… Significa que los empleadores están pujando por la mano de obra y la demanda se traduce en mejores salarios”, agregó Guardia.

Exclusión

El ecosistema económico es tan complejo que el alto índice de desempleo sigue provocando consecuencias “catastróficas” en Costa Rica, añade el economista Leiner Vargas.

“Es una pérdida económica significativa para el país porque luego de invertir en la educación, los recursos productivos se tienen ociosos, es un activo que está en desuso”, señala Vargas.

En ocasiones, además, la falta de empleo provoca una exclusión social que es difícil de sobrellevar a nivel psicológico.

“La persona desempleada deja de participar de la actividad económica porque no tiene los medios que le permiten llevar sustento a su familia y poder adquirir bienes y servicios”, agregó.

Por otra parte, estar en condición de desempleado significa dejar de aportar a la seguridad social y a la pensión a futuro, situación que afecta incluso a instituciones públicas como la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) que perciben recursos del empleo estable.  

Ambos expertos coinciden en que las economías modernas e incluso la nuestra, las compañías apuestan por mano de obra tecnificada y son los trabajadores de este sector que, al día de hoy, tienen más ofertas y mejores remuneraciones.