Los misterios marinos que desconciertan a los científicos

Hoy, 8 de junio, se conmemora el Día Mundial de los Océanos, un evento que sirve como plataforma para concretar los esfuerzos de conservación, pero que, a la vez, también nos recuerda de lo poco que conocemos sobre la vida y los misterios que guardan bajo su superficie.

A pesar de que vivimos en un planeta cubierto mayoritariamente por agua, expertos estiman que solo el 5% del océano ha sido explorado.

Esta situación deriva en muchos mitos y misterios por resolver, que despiertan el desconcierto de expertos y curiosos por igual. Teletica.com conversó con Carlos Pérez Reyes, biólogo marino y docente del Instituto Nacional Aprendizaje (INA), quien proporcionó una explicación científica sobre los seis principales enigmas en torno a los océanos en la actualidad.

1. El enigma de la parte inexplorada del océano: un universo de especies desconocidas

Sigue siendo un misterio cuántas especies hay en las profundidades del mar, de hecho, se estima que tan solo unos 50 metros cuadrados del fondo marino han sido muestreados, por lo que no se sabe a ciencia cierta cuál es el organismo más grande que existe.

A nivel mundial se están manejando drones submarinos y expediciones no tripuladas, las cuales han permitido recoger valiosa información sobre la vida subterránea que existe a los mil metros de profundidad.

“Hace poco se realizó una expedición en la que se determinó que en una roca de las profundidades se encontraron 700 especies de invertebrados, muchos de ellos desconocidos para las ciencias biológicas”, detalló Pérez.

Es más, expertos ya califican como una "tendencia" el hecho de que cada vez que se realiza una expedición hasta el fondo marino se descubren especies no reconocidas por la ciencia, por lo que es una realidad afirmar que en el océano abundan seres vivos de los que el ser humano aún no tiene conocimiento.

“Es poco conocido el mar, en realidad se sabe más sobre la superficie de la luna que sobre el fondo del mar, porque hay limitaciones”, añadió Pérez.

2. ¿Por qué el ser humano no puede descender hasta el fondo marino?

Tomando en cuenta que el ser humano es un animal terrestre, las personas son altamente vulnerables ante la presión del agua, y lo más que puede aguantar son unos 100 metros de profundidad. 

Si alguien se aventura a bajar a una mayor profundidad, el aire se comprimiría gradualmente durante el descenso y la presión del agua aumentaría hasta provocar la asfixia de la persona de adentro hacia afuera. 

Ante esta realidad, muchos se preguntan si esto podría evitarse descendiendo en un submarino. Sin embargo, sometido a altas presiones, el submarino también comenzaría a comprimirse. Según explicó Pérez, a los 10 mil metros de profundidad, una embarcación de este estilo quedaría "como una tortilla".

Al menos de momento, las expediciones al fondo del mar no pueden completarse porque ni la fisiología de los humanos ni la tecnología están capacitadas para realizarlas.

3. La explicación científica detrás de las desapariciones de aviones y barcos en el Triángulo de las Bermudas

Uno de los principales enigmas históricos que saltan cuando hablamos de los océanos es el Triángulo de las Bermudas, una región ubicada cerca de las costas de Florida, en el Atlántico Norte, que se ha popularizado por ser el escenario de una serie de desapariciones inexplicables.

Según explica Pérez, estas desapariciones obedecen a que existen varios volcanes submarinos, que lanzan muchas rocas geomagnéticas y tienden a descontrolar los aparatos electrónicos que se utilizan en la navegación marítima y terrestre actualmente. 

“Es por esto que muchos aviones se han extraviado, no es que se pierden o se los tragó el agua, pero se desconfiguran en estas zonas por el alto campo magnético, por lo que los accidentes son más comunes”, afirmó Pérez.

4. El encuentro entre el fuego y el agua: las Ventanas hidrotermales

Las ventanas hidrotermales son un fenómeno recientemente descubierto a nivel científico.

Se trata de grietas en zonas volcánicas submarinas en donde el magma entra en contacto con el agua, generando una serie de comunidades ecológicas casi desconocidas.

En estas zonas, la productividad primaria se nutre de bacterias que aprovechan el sulfuro de hidrógeno proveniente de las fumarolas, así como otros minerales de azufre para fabricar materia orgánica, convirtiéndose así en la base de las distintas cadenas alimenticias.

5. La Fosa de las Marianas tiene la montaña más alta del mundo

Una de las zonas que más despierta el interés académico en torno a los océanos es la Fosa de las Marianas, una depresión del fondo marino ubicada en el Pacífico occidental.

Pérez señala que en la Fosa de las Marianas existe una elevación que inicia desde los 10 mil metros de profundidad, se erige e incluso se asoma sobre la superficie a una altura de 300 metros sobre el nivel del mar. 

En otras palabras, esta elevación supera casi en 1.500 metros el tamaño del Monte Everest (8.848 metros), por lo que, aunque el Everest siga siendo el pico más alto de la tierra, la montaña de la Fosa de las Marianas se considera como la más alta del mundo.

6. ¿Los tiburones pueden oler la sangre a kilómetros de distancia?

Una de las ideas más aprovechadas por la industria del cine es la afirmación de que los tiburones pueden rastrear una sola gota de sangre a kilómetros de distancia, pero ¿qué tan cierto es esto?

Los tiburones tienen la capacidad de descender a mil o dos mil metros, espacios del fondo marino en donde no está presente la luz.

Es por esta razón que han desarrollado un extraordinario sentido del olfato, gracias a los poros que tienen en su organismo y que funcionan como sensores de movimiento. De ahí que puedan detectar a sus presas o a cuerpos en descomposición a grandes distancias.

Sin embargo, cabe aclarar que la sangre en pequeñas cantidades y diluida en agua es casi imperceptible para los tiburones, un hecho que se aleja mucho de las escenas que nos han vendido las películas de Hollywood.

Aunque siempre es llamativo hablar sobre sus enigmas, Pérez destaca que no por eso se deben dejar de lado las amenazas que hoy acechan a la vida marina. La principal de ellas siendo la contaminación que producen los seres humanos.

“Ahorita tenemos cinco islas de plástico en el océano del tamaño casi de Australia. Si continúa creciendo, probablemente se van a ir uniendo hasta formar casi un mar de plástico…Las empresas y consumidores debemos tener responsabilidad social ”. concluyó Pérez.