Por Natalia Jiménez Segura |8 de marzo de 2021, 10:21 AM

Desde el año 2015, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) ha venido advirtiendo sobre al menos 22 puntos vulnerables en la Ruta 27, entre San José y Caldera. 

Uno de estos puntos es el sector donde el fin de semana cayeron dos piedras enormes sobre la vía, y que, por suerte, no mataron a nadie. 

Los expertos aseguran que han venido insistiendo sobre la situación anualmente, pero el escenario no cambia. 

“Lo que sucedió recientemente está en una zona que ya nosotros habíamos evaluado y que ya presentaba cierto nivel de vulnerabilidad y riesgo. Son taludes que cuentan con materiales muy erosionables, que tienen altas pendientes y que están cerca de la carretera", aseguró Roy Barrantes, coordinador de la Unidad de Gestión y Evaluación de la Red Vial Nacional. 

A pesar de esto, Lanamme sostiene que las intervenciones que se han realizado no garantizan la estabilidad de los taludes.

El escenario del fin de semana, añadido al hecho de que no muriera nadie, fue cuestión de suerte. Pero advierten que se podrían presentar situaciones peores.

“Hay algunos puntos que podrían tener colapsos similares o inclusive peores por la altura de talud y el tipo de material. Hay otros puntos en donde lo que se pueda dar es un hundimiento que puede terminar en interrumpir el paso de la vía”, añadió Barrrantes.

Al consultarle al concesionario, indicaron que sí se tomaron acciones: puntalmente se construyó un muro de gaviones, que, según dicen, "es lo que cabe en el derecho de vía". 

Pero para el coordinador de la Unidad de Gestión, esto es solo una medida "pasiva" para detener algunas rocas y no garantiza la seguridad.

"Se había solicitado expropiaciones en el sitio, para de manera coordinada con el Consejo Nacional de Concesiones, intervenir de mejor manera el talud", dijo Globalvía.

¿Cómo se pueden solucionar estos escenarios? 

Lanamme asegura que ellos hacen su trabajo de analizar e informar sobre los puntos de vulnerabilidad. Sin embargo, la solución queda totalmente en manos de Globalvía.

“Tras de que tenemos un concesionario al que se le están pagando peajes, no es posible que además le digamos cómo tiene que solucionarlo. Es parte de la responsabilidad del concesionario, de su contrato, garantizar la seguridad y estabilidad de estos sitios. ¿Cómo? Como pueda, pero garantícela", indicó Roy Barrantes.

Globalvía confirmó que junto con expertos se va a estudiar lo ocurrido en el sitio donde cayeron las piedras.

La institución añadió que es importante recalcar que estas situaciones están ocurriendo en verano, por lo que en invierno podrían empeorar.