Por Juan José Herrera |7 de julio de 2020, 11:00 AM

El Consejo Económico envió este lunes una carta a la Comisión de Asuntos Hacendarios, los jefes de fracción y diputados independientes para solicitar la aprobación del crédito por $508 millones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le concedió a Costa Rica en abril pasado.

Ese préstamo, tramitado bajo la figura del Instrumento de Financiamiento Rápido, respaldará al Gobierno en el presupuesto de este año y además en el manejo de la emergencia provocada por la pandemia del COVID-19.

“Un retraso en dicha aprobación podría impactar negativamente los tiempos de las negociaciones de un acuerdo con el FMI, y poner en entredicho las posibilidades de Costa Rica para obtener financiamiento extraordinario en medio de la pandemia”, señalaron en la carta el presidente del Banco Central Rodrigo Cubero, la ministra de Planificación Pilar Garrido y el ministro de Hacienda, Elian Villegas.

El crédito, además, supone “la llave” para iniciar formalmente la negociación de un acuerdo “stand-by” entre Costa Rica y el Fondo, la principal apuesta del Gobierno para financiarse en los próximos años tras el fracaso en la estrategia de colocación de eurobonos.

“El crédito de IFR es fundamental no solo por su contribución al financiamiento responsable del Gobierno este año, sino también porque representa un voto de confianza del FMI en el marco de políticas macroeconómicas y financieras del país.

“Además, el IFR es la llave para avanzar formalmente en la negociación de un Acuerdo Stand-By (SBA) con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que, en conjunto, podría aportar unos $2.250 millones en tres años. Este acuerdo, a su vez, permitirá cubrir una parte de las necesidades brutas de financiamiento del 2021 (que en este momento se estima podrían ascender a 14,5% del PIB)”, añadió la misiva.

El Gobierno estima que ese acuerdo, además, proveería “un marco formal” para la lograr la añorada sostenibilidad fiscal a corto y mediano plazo, alcanzando un superávit primario del orden de un 2% del PIB en el año 2024 y reducir la deuda del Gobierno Central al 50% del PIB para el 2034.

El crédito con el FMI tendrá un interés anual de 1,55% y un plazo de cinco años, con pagos trimestrales a partir de 3¼ años del desembolso.

Difícil

La urgencia del Ejecutivo por aprobar ese préstamo en el presente mes no parece hacer eco en el Plenario, que sigue viendo con recelo la estrategia del Gobierno de apresurar créditos internacionales sin apretarse la faja en el recorte del gasto.

“El Gobierno deberá demostrar su más alta responsabilidad en materia de gasto público, poder definir aquellas políticas que le corresponde al Poder Ejecutivo para que el peso y contrapeso que tengamos a lo interno del país y con estos empréstitos denoten un rumbo de claridad de hacia dónde vamos, cuál es el nivel de endeudamiento que vamos a tener y para qué vamos a ocupar cada dólar”, dijo el jefe de fracción de Liberación Nacional, Luis Fernando Chacón.

“El Gobierno es irresponsable y por eso no se le puede aprobar un préstamo por $508 millones del FMI y $300 millones del Banco Mundial, porque no ha dicho cuál es el recorte al presupuesto, no ha dicho cómo va a reactivar la economía, cómo generar empleo”, añadió tajante el diputado de Nueva República, Jonathan Prendas.

El Gobierno prometió que el próximo lunes 13 de julio presentaría el tercer presupuesto extraordinario que contendrá un recorte presupuestario de al menos un 1% del PIB.

Esa propuesta llegará luego de que los diputados rechazaran el segundo presupuesto por el escaso recorte al gasto que incluía (₡63 mil millones).