7 de mayo de 2016, 4:00 AM

El Gobierno sigue buscando cómo solucionar el drama de cientos de migrantes varados en la frontera sur, pero también descarta que se pueda aplicar una receta que solucione rápida y efectivamente la situación de estas personas, la mayoría de ellos africanos y cubanos.

La semana anterior, unos 600 migrantes aceptaron dejar la frontera con Panamá y trasladarse a un refugio habilitado en Paso Canoas.

Ahí enfrentan un proceso para tratar de identificarlos, pues muchos de ellos viajan sin documentos de identidad.

De nuevo, el país debe invertir recursos en la atención de esta población que pretende llegar a Estados Unidos.

El Gobierno reiteró que no puede refugiar a todos los migrantes, sin embargo, desde la llegada de unos 8.000 cubanos el año anterior, el flujo se mantiene constante.