22 de septiembre de 2015, 1:18 AM

Luciana nació a las 27 semanas de gestación. Su condición de prematura y algunas complicaciones provocaron que su vida se apagara unas semanas después.

El recuerdo de Luciana sigue vivo en su madre, Mónica Ureña, aunque afrontar su muerte no ha sido fácil.

La falta de apoyo emocional provoca que los padres que pierden a un hijo se sientan solos.

Y precisamente con la idea de darle apoyo psicológico y emocional a quienes atraviesan la misma situación, esta madre decidió crear la fundación "Por amor a nuestros ángeles".

La organización realiza reuniones mensuales y sus miembros se mantienen en contacto a través de Facebook y WhatsApp.

El próximo 11 de octubre liberarán globos en La Sabana en honor a los hijos que han fallecido.

Usted puede contactar a la organización llamando al 8913-7835. Porque aunque ya no están con vida, el recuerdo nunca muere.