Por Mariela Montero Salazar |17 de noviembre de 2022, 16:10 PM

Entre el 2010 y el 2021, Costa Rica pasó de financiar un 93% de la obra pública con recursos propios, a pagar el 50% de lo que construye con deuda. Este es uno de los principales hallazgos del capítulo económico del Informe Estado de la Nación 2022.

“Se da un cambio en la forma en la que se financia la obra pública. Actualmente los recursos propios sólo financian el 42% de los proyectos. La alternativa principal ante la falta de recursos propios ha sido el endeudamiento, donde los organismos internacionales tienen un peso importante” explicó la investigadora, Pamela Jiménez.

Jiménez también señaló que este cambio en el financiamiento está impulsado por las presiones fiscales, de elevado endeudamiento público y déficit fiscal, que arrastra el país. Esto también ha implicado una reducción de la inversión de capital en infraestructura pública.

La inversión en obra pública pasó de representar el 5,1% a 2,6% del PIB, entre el 2009 y el 2021. De modo que el país invierte menos en infraestructura física pública hoy que a inicio de la década de los noventa.

Otro de los hallazgos del estudio es que el rubro de carreteras ha acaparado la inversión de infraestructura en los últimos años. Del presupuesto total, la mitad se dedica al sector transporte, donde carreteras se deja el 91% de los recursos.

El resto de las inversiones se distribuye de la siguiente manera: un 20%, en la construcción de obras del sector social, como escuelas y hospitales; un 14% en infraestructura de servicios públicos, como acueductos; y el restante 11%, en edificios.

Finalmente, el informe alerta una desconexión entre la inversión física pública per cápita y la competitividad de la infraestructura cantonal del país; considerando que de los diez cantones que concentraron el 55% de la construcción pública entre el 2014 y 2021, la mayoría tiene bajos niveles de competitividad.

“De los diez cantones que más metros cuadrados de construcción per cápita concentran, destaca como un hallazgo importante que la mayoría están fuera del Área Metropolitana, y en su mayoría estamos hablando de ciudades intermedias; que además tienen bajos niveles de competitividad de la infraestructura” recalcó la investigadora del Estado de la Nación.

Estamos hablando de Puntarenas, San José, San Carlos, Limón, Buenos Aires, Pococí, Perez Zeledón, Alajuela, Liberia y Sarapiquí.

“Una mega-carretera no garantiza un repunte de la competitividad en la ciudad por la que pasa, si no se consideran aspectos básicos como el mantenimiento de esa carretera. Para mejorar la competitividad también se requiere invertir en infraestructura de agua, electricidad o Internet, áreas donde muchos de estos cantones tienen rezagos” concluyó la experta.