Enfermedad terminal de su esposo y embarazo de hija no fueron obstáculo para sobreviviente de cáncer de mama

Por: María Fernanda Quirós 

Con esa misma sonrisa, que por momentos desaparecía de su rostro para reflejar nostalgia, doña Margarita recordó con nosotros como hace 18 años, luego de una visita al ginecólogo, fue diagnosticada con cáncer de mama. 

La fuerza que esta vecina de San Antonio de Belén transmite con cada gesto, pareciera quebrarse cuando sus palabras mencionan a su ya fallecido esposo, Javier González.

Don Javier sufría de esclerosis cuando margarita, a sus 55 años, recibió el diagnostico luego de una mamografía de rutina. 

Mientras su cuerpo estaba en una cama de hospital su corazón permanecía al lado de su esposo. Eso hacía que Margarita se olvidara por un momento de su estado de salud.

Sus hijos, que la acompañaron durante el proceso, la califican como una guerrera.

El recuerdo de su enfermedad la lleva al nacimiento de una de sus nietas.

A su hija Graciela la internaron en el mismo hospital ya que estaba a punto de dar a luz. Margarita cuenta que al día siguiente de nacer su nieta, a ella le realizaron la operación que la dejaría sin uno de sus pechos.

El tiempo no se detuvo, continuó y con él  Margarita le agradece a Dios el haberle dado otra oportunidad de vida.