Por Stefanía Colombari |7 de abril de 2024, 8:00 AM

En enero del 2024, Ann Brampton estaba en la zona de Bahía Drake por motivo de la celebración del año nuevo. En ese contexto, el descanso y disfrute de los primeros días del año se vieron eclipsados tras el diagnóstico de dengue, el cual llegó a presentar hemorragias.

Fiebres delirantes y un dolor de cuerpo incapacitante fueron parte de los fuertes síntomas que Brampton sufrió, y los cuales la llevaron a tener una recuperación de un mes.

Sin embargo, no sabía que estaba a punto de sufrir una de las secuelas poco conocidas del dengue grave: la alopecia.

“Finales de febrero y principios de marzo se me comenzó a caer el pelo, eran puños enteros. En dos semanas ya había perdido el 50% del pelo”, relató Brampton.

En ese momento se sometió a un tratamiento de reemplazo de plasma en el cuero cabelludo para lograr recuperar el cabello.

Sin embargo, en tanto, el tratamiento hace efecto, tomó la decisión de cortarlo casi por completo.

“Anteayer me tuve que rapar la cabeza, porque el tema emocional de verte casi calva y ver pelo en la casa, en el trabajo, en el piso, en la cocina, en la comida, cuando uno se despierta, mientras duerme, salía con mis amigas y tenía toda la espalda llena de pelo, es duro emocionalmente, esa es la etapa en la que estoy ahorita”, contó la paciente.

El tratamiento al que se ha sometido ahora está estimulando el crecimiento de cabello nuevo, sin embargo, es un proceso largo.

¿Qué dicen los expertos?

El Dr. Steven Villareal, epidemiólogo del Hospital Monseñor Sanabria, y la Dra. Eugenia Corrales, viróloga de la Universidad de Costa Rica, afirmaron que efectivamente el dengue puede desembocar en enfermedades más graves y secuelas a largo plazo.

Eso sí, los efectos a largo plazo, de acuerdo con los estudios vigentes, se relacionan con los pacientes que han sufrido del dengue grave o hemorrágico.

Tal como le sucedió a Brampton, la alopecia es parte de las secuelas que pueden llegar a ocurrir, comentó la doctora Corrales.

De acuerdo con la viróloga, esto ocurre debido a una hiperactivación del sistema inmune, lo que hace que este ataque folículos. En muchas ocasiones se ha relacionado la genética, sin embargo, saber quién podría o no llegar a sufrir de alopecia después del dengue, es difícil de predecir, puntualizó.

Aguirre comentó que hay reportes de casos infantiles con la alopecia y además problemas de visión.

También existen otras afectaciones poco conocidas.

El doctor Villareal afirmó que una de esas afectaciones es la que ataca el sistema neurológico, como la Encefalomielitis Diseminada Aguda (ADEM), un desorden autoinmune del sistema nervioso central, el cual inflama el cerebro y la médula espinal.

También se puede llegar a desarrollar el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno en el cual sistema inmune ataca los nervios, comentó el médico.

Además, el especialista indicó que debido a que el dengue ya genera afectación en hígado, páncreas, bazo o riñones, podrían llegarse a presentar más adelante enfermedades asociadas con estos órganos.

Por su parte, la doctora Aguirre explicó que en el mundo se registran casos con secuelas a largo plazo en forma de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

También se han presentado pacientes que desarrollan dolor en articulaciones, fatiga, problemas de memoria, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza, somnolencia y cuadro de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.