Por Stefanía Colombari |15 de enero de 2022, 7:51 AM

Bebidas, “snacks”, lácteos,  jabones, lociones, productos de cuidado personal, soluciones tópicas, ropa, bioplásticos, biocombustibles y medicinas: bienvenido a la industria del cáñamo y el cannabis medicinal.

Este jueves 13 de enero, fue aprobado en segundo debate el proyecto de ley 21.388, que legaliza el cultivo y comercio de estas plantas y sus derivados en Costa Rica. 

Se le conoce como cáñamo al Cannabis Sativa L, se trata de CBD sin trazas de THC, que es el componente psicoactivo. Este puede ser utilizado con fines medicinales e industriales. Se le cataloga con el nombre de “broad spectrum”. 

En tanto, Cannabis Sativa es la planta que tiene concentraciones de THC, tanto para uso medicinal como para uso recreativo; este último, sin embargo, no se autorizó en el recién aprobado proyecto de ley. A esta se le cataloga como “full spectrum”.

El cannabis medicinal es conocido por sus beneficios farmacéuticos y terapéuticos para tratar patologías como epilepsia, enfermedades neurodegenerativas y mentales, acompañamiento a la quimioterapia, entre otras.

Una investigación realizada por Encocept, en Colombia, mostró un crecimiento mundial acelerado del cannabis medicinal, pasando de unos 12.000 millones de dólares en el 2019 a unos 55.800 millones para el año 2025. Reportes basados también en este mismo estudio, calcularon que en el cultivo intensivo del cannabis medicinal se necesita entre 10 y 17 personas por hectárea.

Rodrigo Kollman, desarrollador de negocios del sector agrícola de la
Promotora de Comercio Exterior (Procomer), comentó que, en el caso del cáñamo, hay cálculos a nivel mundial que indican que en el 2020 el sector movió cerca de 5.800 millones de dólares. Para el 2025 se espera que esta cifra llegue a los 14.700 millones.

Con esta aprobación de la Asamblea Legislativa, y de llegar a convertirse en ley, se abre un universo de posibilidades para la industria, algunas con mayores probabilidades de desarrollarse que otras, según la promotora.

En su estudio “Caracterización de alternativas de comercialización internacional del cáñamo industrial”, la entidad asegura que existen indicadores favorables para la comercialización de productos con aplicación de CBD (flor del cáñamo): alimentos, bebidas, suplementos y soluciones tópicas. 

En segundo lugar está el cáñamo en semilla, que se puede utilizar para el consumo  directo o también en suplementos o productos de cuidado personal. Como una tercera opción de producción está la fibra, que se puede emplear en bioplásicos, textiles, hempcrete (concreto de cáñamo) y biocombustibles.

Para dimensionar el impacto de su utilización, el informe de Procomer cita a marcas reconocidas a nivel mundial como Coca Cola y Heineken, que ya tienen o están planeando sacar al mercado bebidas con CBD. Compañías como Levis y The Body Shop también los están haciendo con sus productos.

Generación de empleos

Kollman explicó que predecir una cifra exacta de los puestos de trabajo que generaría esta industria en Costa Rica es difícil, ya que esto dependerá de las personas que se involucren en el negocio y de la atracción de inversión extranjera. Por lo pronto, la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE) comunicó que hay tres compañías extranjeras ya interesadas en venir a invertir en este negocio al país, dos estadounidenses y una irlandesa. 

Procomer estima que la mano de obra requerida por un ciclo productivo de tres a cuatro meses rondaría, para el cultivo del CBD (flor) y en toda la cadena productiva, las 30 personas por hectárea. Para el grano, de una a dos personas por hectárea y para la fibra la misma cantidad. Se necesitarán, además, agricultores, ingenieros agrónomos, técnicos en mantenimiento, laboratoristas, ingenieros químicos, ingenieros farmacéuticos, entre otros.

También estima que se necesitará mucha fuerza laboral femenina experimentada que históricamente se ha dedicado al cultivo de flores y que también se necesitaría para trabajar en los invernaderos para la producción de la flor del CBD.

Lo cierto del caso es que es una industria creciente, que en el 2017 en Estados Unidos representó a 321 mil trabajadores.

“Hay más trabajadores en la industria del cáñamo que dentistas en Estados Unidos”, agregó Kollman.

Impacto en el sector agrícola

Renato Alvarado, ministro de Agricultura y Ganadería, asegura que los agricultores están interesados en todo lo que esta industria pueda representar para el sector.

Alvarado comentó que esto permitirá que se pueda seguir adelante con la investigación que venía realizando la cartera, en conjunto con el INTA, en la finca experimental de caña: un proceso que busca poder entender el cultivo, sus usos, las zonas y las mejores opciones para el país en términos de negocio.

“Ya comenzamos procesos de coordinación y gestión de la comisión que encarga la ley para  poder coordinar con las distintas instituciones las acciones que les competen en términos de la generación de reglamentos y protocolos de seguridad para el cultivo y siembra de cannabis”, explicó el jerarca.

Añadió que trabajarán para obtener, en un corto plazo, los requerimientos para que el cultivo se haga de manera eficiente.  

La industria lo celebra

La compañía cbdMD fue, en Costa Rica, la primera empresa en obtener permisos de importación de CBD sin trazas de THC con fines medicinales, en octubre de 2021. Actualmente, su comercialización es posible en tanto el producto no tenga el THC.

Christian Villegas, director de la compañía, indicó que celebran la aprobación de la iniciativa, ya que beneficiará tanto a las personas que lo necesitan médicamente, como por el encadenamiento productivo. 

Villegas indicó que se trata de una industria de altísima tecnología que genera valor en las exportaciones y un encadenamiento horizontal con otras industrias.

Con una legislación como esta, será posible no solo la producción de estos dos tipos de cannabis, sino que se podrá acceder a una certificación como la EuroGNP, que permite vender al mercado europeo.

“Un kilo de CBD en formato de polvo con un 99.99% de pureza se vende en Europa en 16 mil euros, pero si no está certificado con el EUROGNP ese mismo kilo se vende en  unos 2.500 dólares al mercado americano”, enfatizó.

El representante de la empresa indica que, si bien es un negocio que requiere una inversión inicial de entre tres y cinco millones de dólares, sumándole unos 600 mil dólares adicionales para la certificación, también genera réditos importantes como lo demuestran las cifras anteriores.

Indicó que ahora, en el caso de empresas como cbdMD, podrán importar cannabis con THC, además se abre la posibilidad de vender el producto a hospitales públicos y privados. Finalmente, dijo que incluso en muchas patologías o traumas por accidentes de tránsito el país podrá invertir menos en recuperación de pacientes, utilizando el cannabis medicinal.