Delincuentes pagan hasta ₡250 mil por cuentas bancarias activas para cometer estafas
Muchos clientes desconocen que sus cuentas están siendo utilizadas como puentes para cometer fraudes.
Cada vez más costarricenses se convierten, sin saberlo, en cómplices del crimen organizado al permitir que sus cuentas bancarias sean utilizadas como “cuentas puente” para mover el dinero de estafas millonarias.
En el mercado negro, estas cuentas activas pueden alcanzar precios de hasta ₡250 mil, según advierte el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
“Las cuentas para hacer movimientos tienen un precio en el mercado. Hemos visto que ahora han subido más el valor, antes valían ₡30 mil, ahora hemos visto publicaciones en redes sociales que hasta pagan ₡250 mil colones por una cuenta activa”, explicó Yorkssan Carvajal, jefe de la Sección de Fraudes del OIJ.
Estas cuentas, conocidas como “mulas”, son utilizadas por los estafadores como herramientas para trasladar pequeñas y grandes sumas de dinero provenientes de engaños a terceros. Muchas veces, sus dueños ni siquiera saben que han sido comprometidas hasta que su banco las congela o las autoridades inician una investigación.
“Lo que hacen es mantenerla como cuenta mula, como una cuenta puente, para hacer movimientos de dinero. Esos dineros que pasaron por las cuentas de las víctimas, que lamentablemente e involuntariamente la entregó al crimen organizado, provenían de otras personas estafadas”, advirtió Carvajal.
El OIJ alerta que, una vez detectada una cuenta comprometida, esta se bloquea por completo y no se puede recuperar hasta que finalice el proceso judicial, lo cual puede tardar varios años. “Esa cuenta ya no va a ser liberada hasta que el sistema penal finalice la investigación”, agregó el jefe de Fraudes.
El panorama es preocupante. Solo en el primer semestre de 2025, el OIJ ha recibido más de cuatro mil denuncias relacionadas con estafas electrónicas. La pérdida económica registrada por la sección especializada en fraude informático asciende a más de ₡2.600 millones y $700 mil, lo que representa un aumento del 88% en comparación con los primeros semestres de 2023 y 2024.
“Los estafadores atacan mucho los correos electrónicos porque es un factor de autentificación. La gente cree que los estafadores tienen información sensible de sus tarjetas, pero muchas veces se la dan sin darse cuenta”, explicó Carvajal.
Las recomendaciones del OIJ son claras y tajantes: no responder llamadas de supuestos funcionarios, cortar la comunicación y, si se tiene duda, contactar directamente a la entidad.
“Si me llamaron del banco, desconfíe, corte la llamada y reviértala. Si me llamaron de la municipalidad, de Hacienda, haga lo mismo. Y nunca acceda a su banco desde enlaces, escriba la dirección completa en el navegador.
“No interactúe con los estafadores, ni siquiera por juego. Ellos estudian, conocen los patrones y saben manipular. Si usted les da el mínimo espacio, pueden robarle”, concluyó Carvajal.


