Costa Rica enfrenta riesgo de regresar al escenario fiscal más restrictivo
Un estudio de la Universidad Nacional estima que la deuda del Gobierno Central superará el 60% del producto interno bruto, un nivel que activaría nuevamente la versión más estricta de la regla fiscal.
Costa Rica está en riesgo de volver a uno de los escenarios fiscales más restrictivos de los últimos años. El Observatorio Económico y Social (OES) advierte que la deuda del Gobierno Central podría rozar, e incluso superar, el 60% del producto interno bruto (PIB); y si eso ocurre, se reactivarían automáticamente las medidas más severas de la regla fiscal.
Con la información disponible a septiembre, el programa de investigación de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA) proyecta que la deuda se ubicaría entre 59,75% y 60,25% de la producción nacional. De confirmarse el escenario más alto, el país volvería al mismo esquema de contención que rigió en los últimos tres años.
¿Qué significa eso? Durante 2022, 2023 y 2024 no se aplicaron ajustes salariales en el sector público porque la deuda del país se mantuvo por encima del 60% del producto interno bruto, tal como lo establece la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635). Sin embargo, en 2024 este indicador bajó a 59,75%, lo que habilitó la posibilidad de autorizar aumentos por costo de vida para 2025.
“Es un escenario muy restrictivo, y ahora podríamos volver a caer en él”, advirtió el investigador del Observatorio Económico y Social, Fernando Rodríguez.
Esto implicaría nuevas limitaciones para los salarios del sector público, que este año se habían liberado parcialmente de esa regla. También restringiría los ajustes extraordinarios en pensiones y frenaría el crecimiento de la inversión pública.
En este contexto, la próxima administración, alertó Rodríguez, iniciaría su gestión con esas restricciones activas.
Aunque aún no está asegurado que se supere el límite, la inflación negativa podría empujar la relación deuda/PIB hacia arriba.
“Si el año cierra con inflación cercana al -1% o incluso más, es muy probable que la deuda supere el 60% del PIB”, señaló Rodríguez.
Por otro lado, el analista señaló que el comportamiento del tipo de cambio —con el dólar en sus valores más bajos en casi 20 años, incluso por debajo de los ¢500— podría jugar a favor y alejar al país de ese escenario. Sin embargo, advirtió que su evolución es difícil de prever.
Cifras
A setiembre, los ingresos totales se redujeron hasta 10,76% de la producción nacional, una caída frente al 11,90% registrado en 2022. La disminución responde principalmente a menores ingresos tributarios. El impuesto sobre el valor agregado (IVA), el impuesto selectivo de consumo y otros tributos —como el de combustibles— también muestran reducción. Solo el impuesto sobre la renta evidencia una leve recuperación.
En cuanto al gasto, se observa una disminución de 0,73% del producto interno bruto respecto al mismo período de 2024. Esto se debe a menores erogaciones en remuneraciones e intereses. El gasto de capital sí creció y alcanzó el 1,01% de la producción, superando los niveles de los tres años previos.
Las proyecciones fiscales del Observatorio Económico y Social para 2025 estiman un déficit financiero entre 2,9% y 3,1% del producto interno bruto, un resultado primario entre 1,3% y 1,4%, así como un gasto en intereses cercano al 4,4%.
El programa de investigación advierte que el margen para ajustar el gasto está agotado. Áreas como educación, seguridad, justicia e inversión pública requieren mayores recursos.


