Por Juan José Herrera |26 de noviembre de 2020, 10:04 AM

La debilidad en los estudios y pobre planificación técnica encarece las obras viales que se realizan en el país y aumenta la probabilidad de que se materialicen riesgos que ni siquiera fueron identificados en etapas tempranas.

Ese es el principal hallazgo que presentó la Contraloría General de la República esta semana en el informe de auditoría realizado al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).

La CGR realizó el estudio para verificar que ambas instituciones estuvieran aplicando la normativa y buenas prácticas en materia de diseño en los proyectos de infraestructura vial.

“Se identificó que la gestión institucional no está guiada por procesos, procedimientos y protocolos que garanticen la gestión del diseño de las obras de infraestructura vial, bajo un enfoque sistemático, a partir del desarrollo del ciclo de vida del proyecto, de conformidad con el marco legal y técnico vigente.

“Además, existen debilidades en el alineamiento estratégico institucional que no aseguran la integración institucional, liderazgos, roles y responsabilidades a todo nivel, limitando el cumplimiento de los objetivos y la generación de valor público con la calidad requerida”, dijo el ente contralor.

Entre los hallazgos sobresale que 17 de los 21 proyectos analizados no presentaban estudios de ingeniería previos al desarrollo de las especificaciones cartelarias, lo que significa que desarrollaron el diseño definitivo del proyecto con un alto nivel de incertidumbre en el alcance, presupuesto y plazos.

Los restantes cuatro proyectos tenían estudios que no llenaban ni el 20% del proceso esperado.

“86% de los proyectos analizados pasan de la etapa de perfil a la etapa de diseño sin justificación del sustento técnico que demuestre que con este nivel básico de perfil se garantiza la identificación de la necesidad pública real”.

“A modo de ilustración, se identificó que la administración incurrió en el gasto de ¢1.437 millones por concepto de diseños definitivos que no han sido construidos por no tener asegurada la factibilidad y viabilidad y cuyos diseños han quedado desactualizados”, añadió la Contraloría.

La entidad urgió al MOPT y Conavi a desarrollar e implementar manuales de gestión de la fase de preinversión y de gestión de diseño, así como la elaboración de una matriz integral de gestión de riesgo a nivel de proyecto.