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Con solo 13 años un joven tilaranense ya lleva más de 1.000 libros leídos en su vida

Desde los seis años Samuel desarrolló una febril pasión por la lectura que ha marcado su vida desde entonces

Por Teletica.com Redacción |1 de marzo de 2018, 5:17 AM

Antes de pasar un fin de semana en la playa o ver un partido de la Selección Nacional, Samuel Vargas tiene claro lo que para él es en realidad diversión: la lectura.

Con solo 13 años, este vecino de Tilarán suma más de 1.000 leídos, una febril pasión que por ejemplo lo ha hecho leerse la saga de Harry Potter ocho veces en busca de algún detalle que pueda haber omitido en sus lecturas previas.

Su entusiasmo por la lectura despertó a la temprana edad de seis años, cuando la institución educativa donde cursaba sus primeros años premiaba a los alumnos más destacados en esa materia.

“Él ganó ese año luego de leerse como tres o cuatro libros. Luego ganó otra vez al año siguiente y así sucesivamente hasta tercero, que fue cuando la institución decidió darle una mención de honor para poder compartir el premio con otros niños, porque si no iba a ser solo él siempre”, explicó con orgullo su madre Angie Sibaja.

Su pasión lo empujó también a aprender inglés de manera autodidacta, pues a los 10 años se dio cuenta que los libros en inglés eran más baratos que en español, por lo que decidió empezar a comprarlos en ese idioma.

“Yo al principio pensé que no entendía, pero entonces puse a un profesor de inglés a hacerle una evaluación de comprensión de lectura y él me confirmó que efectivamente estaba entendiendo todo”, añadió su madre.

Esa vocación hace que hoy en día todo el dinero que llegue a sus manos se vaya en libros. En promedio compra uno cada 15 días, pero los lee en apenas tres.

“Yo un fin de semana le dije que nos fuéramos para un hotel de playa y me dijo que no, que prefería invertir eso en libros. Lo mismo me dijo cuando lo invité a ver el Costa Rica – Estados Unidos en el Estadio Nacional, que prefería que le diera esa plata para comprar más libros”, recuerda Angie.

Sueños

Samuel, quien cursa el sétimo año, tiene como objetivo de vida convertirse en un científico, impulsado en parte por quien es su mayor admiración: Franklin Chang.

Su sueño es conocer al único tico que ha viajado al espacio y seguir sus pasos, conocer la NASA y adentrarse en el mundo de la ciencia.

Y aunque ambos viven en Guanacaste, la misión de Samuel de conocerlo sigue estando en espera.

“Ese es su gran sueño pero no hemos podido, no ha habido forma de conseguir contactarlo. Lo tenemos cerquita pero no se ha podido”, añadió Angie.

Su madre, quien es profesora de estudios sociales, reconoce que las capacidades de su hijo exceden la oferta académica que recibe, pero como en otros tantos casos sus posibilidades económicas están alejadas de otras opciones.

“Yo soy divorciada y con mi máximo esfuerzo lo tengo en un colegio privado de la zona. Él está esperando estar en noveno año para poder irse a estudiar a un colegio científico y luego insiste en que quiere aplicar para una beca en Estados Unidos. Vamos a ver cómo nos va con todo eso”, finalizó su madre.