Bandera de Costa Rica izó en la Antártida gracias al sismólogo Marino Protti
Sus observaciones e investigaciones servirán de base para comprender aún mejor la dinámica tectónica de nuestro país, pues los deslizamientos y choques de los glaciares en la Antártida ocurre con una frecuencia mayor que los de las placas tectónicas, como la Cocos y Caribe.
La bandera de Costa Rica izó en la Antártida gracias al vulcanólogo nacional Marino Protti, quien estuvo por casi dos meses en la zona más austral del mundo.
Protti estuvo desde el mes pasado dedicado a recabar datos recogidos por equipos y estaciones sismológicas, que fueron instaladas por el mismo Protti junto a otros expertos de la Universidad de California hace 3 años.
Sus observaciones e investigaciones servirán de base para comprender aún mejor la dinámica tectónica de nuestro país, pues los deslizamientos y choques de los glaciares en la Antártida ocurren con una frecuencia mayor que los de las placas tectónicas, como la Cocos y Caribe.
De tal manera, los momentos de ruptura dentro de los llamados procesos de subducción en zonas como la Península de Nicoya, generadores de sismos y terremotos, suceden cada 50 o 60 años. En la Antártida el objeto de estudio es diario, de allí las ventajas científicas, explicó Protti en un texto enviado desde aquella zona.
Para entender esa dinámica, se utilizan métodos e instrumentos geofísicos de superficie: estaciones sismológicas que registran los sismos generados en hielo, así como estaciones continuas y temporales de GPS, para medir de manera precisa el desplazamiento de la capa de hielo hacia el mar, el cual es alrededor de 300 metros por año.






