Perder la vista lo inspiró a perseguir su sueño de ser poeta
Fue en mayo de 2021 cuando Francisco Núñez recibió la noticia que cambió su destino y la cual, a sus 75 años, lo obligó a aprender cómo llevar su vida desde una nueva óptica: con los ojos del alma.
Este fue el primer poema que Francisco Núñez plasmó en su mente y en su corazón un mes después de perder la vista. Fue en mayo de 2021 cuando recibió la noticia que cambió su vida y la cual, a sus 75 años, lo obligó a aprender cómo llevar su vida desde una nueva óptica: con los ojos del alma.
“La situación mía fue un desgarre de retina en el ojo izquierdo, y en el ojo derecho tuve una cirugía para eliminar unas cataratas. Sin embargo, tras una infección, terminé perdiendo la vista en ambos ojos”, explicó el vecino de Tejar del Guarco.
Antes de perder la vista, Núñez participaba activamente en un grupo de poesía en su comunidad y también en el Grupo Cultural Barrio Tejareño.
“Cuando el médico me dijo a mí que ya no se podía hacer nada, yo lo primero que hice fue pedirle a Dios la fortaleza que necesitaba para seguir adelante. En un sillón permanecía pensando en ese mundo que ya se me estaba viniendo encima. Ahí decidí que era momento de seguir con lo que me hacía feliz, y eso era escribir poesía”, recordó.
Núñez ahora asiste todos los días al Centro Diurno El Tejar, donde se ha propuesto elaborar un libro con todos los escritos que ha creado a lo largo de su vida, como un testamento de su lucha ejemplar y resiliencia.
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