Por Johnny López |31 de marzo de 2022, 18:30 PM

Osa es un paraíso natural de Costa Rica. Es el lugar biológicamente más intenso en la Tierra, ya que alberga el 2.5% de la biodiversidad terrestre de todo el planeta.​

Es también el hogar de la famosa cola de ballena, las esferas de piedra declaradas patrimonio de la humanidad y un destino turístico que por sus playas atrae a cientos de nacionales y extranjeros cada año. Aún con todos estos atributos, el cantón se queja de sentirse abandonado por los gobiernos.

Ese descontento se traduce en un dato no muy positivo en las elecciones de 2018: Osa ocupó, junto con La Cruz, el tercer puesto de los cantones con mayor abstencionismo del país (ver video adjunto).

Según datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), de 1998 a la actualidad, el número de ticos que no vota ha estado por encima del 30%. Sin embargo, esto no siempre fue así. Hubo un periodo de 1962 a 1994 en el que los niveles de abstencionismo estuvieron entre el 16% y 21%.

Y esto, según un estudio de la UCR y el TSE, ocurrió debido a que en esos años hubo mayor lealtad partidaria, es decir, muchos costarricenses votaron por el color político.

¿Qué pasó, entonces, después del 98? El estudio indica que se dio un distanciamiento entre los ciudadanos y los dos partidos de mayor tradición y que con el cambio a un sistema multipartidista la gente dejó de votar por color político.