Por Teletica.com Redacción |16 de agosto de 2016, 5:48 AM

Las atletas Nikki Hamblin y Abbey D’Agostino, de Nueva Zelanda y Estados Unidos respectivamente, protagonizaron una de las escenas más emotivas de los Juegos Olímpicos de Río-2016.

Todo sucedió en la competencia de los 5.000 metros femenina, cuando Hamblin se cayó al pisar el borde interior de la pista y D’Agostino, que corría detrás, no pudo evitar el tropezón y también se fue al suelo.

Pero lejos de recriminarle por el infortunio o seguir corriendo para clasificar a la final, la estadounidense se puso de pie e inmediatamente ayudó a Hamblin para que se levantara.

Fue entonces, cuando D’Agostino sintió un fuerte dolor en su rodilla, tanto que se tuvo que tirar nuevamente al suelo. Fue cuando Hamblin, que sí tenía fuerzas para correr, se detuvo y le devolvió el gesto, animándola para que terminara la prueba.

Ambas cruzaron la meta a como pudieron; Hamblin fue decimoquinta y luego ingresó D’Agostino, con más de un minuto treinta segundos de retraso con respecto a la ganadora, la etíope Almaz Ayana.

Finalmente, las dos atletas se fundieron en un abrazo y posteriormente D’Agostino fue retirada en silla de ruedas de la pista ante los aplausos del público.